Los científicos ven este hallazgo con gran preocupación ya que se trata de un gas de efecto invernadero que es 25 veces más poderoso que el dióxido de carbono para calentar el planeta.
La investigación estuvo a cargo de un equipo de ecólogos marinos de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos.
La investigación estuvo a cargo de un equipo de ecólogos marinos de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos.
Un equipo de ecólogos marinos de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos, descubrió la primera filtración activa de metano en la Antártida, lo cual evidenciaría el rol fundamental que puede tener esta región que resulta esencial para la investigación científica en cuanto al calentamiento que viene registrando el planeta en las últimas décadas.



El hallazgo se detectó tras detectar una alfombra microbiana que se formó en el fondo del mar, a unos 10 metros debajo del sitio conocido como Cinder Cones en McMurdo Sound
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"La alfombra microbiana es la señal de tráfico de que hay una filtración de metano aquí. No sabemos qué causó que estas filtraciones se activaran. Necesitábamos un poco de suerte para encontrar uno activo, y lo conseguimos. Es un misterio para el que todavía no tenemos una respuesta. Está del lado de un volcán activo, pero no parece que haya salido de eso", explicó el ecólogo marino Andrew Thurber, quién estuvo a cargo de la coordinación del equipo de investigadores.

De acuerdo con el experto, se cree que la Antártida contiene hasta un 25 % del metano marino de la Tierra, y,por eso, poder entender el ciclo que tiene este gas resulta fundamental para comprender los efectos que puede tener en el cambio climático. "Nunca hemos tenido la oportunidad de estudiar una filtración cuando se está formando o una en la Antártida, debido a este descubrimiento ahora podemos estudiar si las filtraciones funcionan de manera diferente en la Antártida o si pueden pasar años para que las comunidades microbianas se adapten", agregó.

En cuanto al origen de esta fuga, los investigadores descartan que este problema en el Polo Sur se deba al calentamiento global que sufre toda la zona,.ya que el Mar de Ross, donde se ha encontrado la fuga, no se ha calentado de forma significativa como en otras partes de la Antártida. "Ese es un misterio para el que todavía no tenemos una respuesta. Está del lado de un volcán activo, pero no parece que haya salido de eso", explicó Thurber.

El gran problema reside en que el metano es uno de los gases que más contribuyen al efecto invernadero ya que, por lo general, cuando se produce una fuga de metano también se genera una suerte de "capa de microbios" que viven ahí y se alimentan del metano. Con esto se reduce la emisión real que llega a la atmósfera.

Precisamente, en la fuga que acaban de descubrir en la Antártida, dicha capa de microbios tardó mucho más tiempo del esperado en formarse, ya que tuvieron que pasar más de cinco años. Además, según los especialistas, esta capa de microbios tampoco parece estar consumiendo todo el metano que estimaban, por lo que se está liberando a la atmósfera más de la cantidad esperada.

Ahora, los científicos esperan poder determinar si este problema es propio sólo de la Antártida y su clima más frío o puede darse también en otros lugares con temperaturas diferentes. Sin embargo, es poco probable que los investigadores puedan regresar a la Antártida en el corto plazo, ya que la pandemia del coronavirus los obligó a tener que suspender la expedición hasta nuevo aviso.