Se necesita de forma urgente una coordinación global para prevenir que la crisis de COVID-19 se convierta en una crisis de los derechos de los niños y niñas. El mensaje de Unicef es contundente. Ya mismo debemos proteger a nuestros niños y niñas de las consecuencias de la pandemia. "El futuro de toda una generación está en riesgo", advierte.
children niños
© AFP 2020 / John Moore
Si bien es sabido que los síntomas entre los menores de edad con COVID-19 son leves, las infecciones están aumentando y el impacto a largo plazo en su educación, nutrición y bienestar puede marcar su vida. La de toda una generación.

Por ello, Unicef pide desterrar el mito de que los niños y niñas apenas se están viendo afectados por la pandemia. "Nada podría estar más lejos de la verdad", aseguró Henrietta Fore, la directora ejecutiva de Unicef, según una noticia de ONU.

El informe de Unicef concluye que, al 3 de noviembre, en 87 países uno de cada nueve niños y adolescentes menores de 20 años tenían COVID-19. En otras palabras, el 11% de los 25,7 millones de infecciones notificadas por estos países. No obstante, Unicef señala que se necesitan datos más fiables sobre infecciones, muertes y pruebas para comprender mejor cómo la crisis afecta a los más vulnerables para poder orientar mejor una respuesta.

En el documento también se destaca que, con las medidas adecuadas, es mejor tener las escuelas abiertas que cerradas. Las escuelas no son el principal impulsor de la transmisión comunitaria y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera de los entornos escolares. En noviembre de 2020, 572 millones de estudiantes se vieron afectados por el cierre de escuelas en 30 países: el 33% de los estudiantes matriculados en todo el mundo, indica Unicef.

Los datos de encuestas que Unicef realizó en 140 países revelan que:
  • Alrededor de un tercio de los países analizados registró una caída de al menos el 10% en la cobertura de servicios de salud como vacunación de rutina, atención ambulatoria de enfermedades infecciosas infantiles y servicios de salud materna. El miedo a la infección es una razón importante para no acudir al centro médico.
Unicef estima que en un período de 12 meses podrían morir dos millones de niños más de muertes infantiles y 200.000 bebés más nacerían muertos, con graves interrupciones de los servicios de salud y aumento de la desnutrición.
  • Hay una disminución del 40% en la cobertura de los servicios de nutrición para mujeres y niños en 135 países. En octubre de 2020, 265 millones de niños seguían perdiendo las comidas escolares en todo el mundo. Más de 250 millones de niños menores de cinco años podrían perderse los beneficios de los programas de suplementación con vitamina A.
Entre seis y siete millones de menores de cinco años sufrirán emaciación o desnutrición aguda en 2020, lo que según Unicef supone un aumento del 14% que se traducirá en más de 10.000 muertes infantiles adicionales cada mes, principalmente en África subsahariana y Asia meridional.
  • 65 países informaron una disminución en las visitas domiciliarias de los trabajadores sociales en septiembre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado.
  • A nivel mundial, Unicef estima que el número de niños que viven en la pobreza multidimensional, es decir que no acceden a la educación, salud, vivienda, nutrición, saneamiento o agua, se ha disparado en un 15%, o 150 millones de niños más para mediados de 2020.
Aunque los niños pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es "solo la punta del iceberg" de la pandemia, advirtió Fore. "Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños", continuó.

¿Qué hacer para frenar la crisis?

El marco del Día Mundial de la Infancia 2020, Unicef realizó un plan de recomendaciones para los Gobiernos y otros agentes de la sociedad:
  1. Asegurar que todos los niños continúen con su educación, incluyendo en este principio el cierre de la brecha digital.
  2. Garantizar el acceso a los servicios de nutrición y salud, y hacer que las vacunas sean asequibles y estén disponibles para todos los menores.
  3. Apoyar y proteger la salud mental de niños y jóvenes y poner fin al abuso, la violencia de género y la negligencia en la infancia.
  4. Aumentar el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene y abordar la degradación ambiental y el cambio climático.
  5. Revertir el aumento de la pobreza infantil y garantizar una recuperación inclusiva para todos.
  6. Redoblar los esfuerzos para proteger y apoyar a los niños y sus familias que viven en situaciones de conflicto, desastre y desplazamiento.
"Este Día Mundial de la Infancia, pedimos a los gobiernos, los socios y el sector privado que escuchen a los niños y den prioridad a sus necesidades", dijo Fore. "Mientras todos reimaginamos el futuro y miramos hacia un mundo pospandémico, los niños deben ser lo primero", concluyó.