Astrónomos sugieren que el evento se debió a una fusión entre dos galaxias.
galaxia ID2299
© ESOIlustración artística de la galaxia ID2299
A través de las observaciones del telescopio ALMA en Chile, astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) lograron detectar una galaxia expulsando casi la mitad de su gas de formación de estrellas. De esta manera, la galaxia está perdiendo su combustible para producir nuevas estrellas, lo que significa que está acercándose al fin de su vida.

La luz de la galaxia ID2299 ha tardado unos 9.000 millones de años en llegar hasta la Tierra, así que ahora la vemos cuando el universo tenía solo 4.500 millones de años. Hasta el momento, los científicos nunca habían observado claramente el inicio del proceso de 'muerte' de una galaxia lejana.

"Esta es la primera vez que observamos una típica galaxia distante masiva de formación de estrellas en el universo a punto de 'morir' debido a una eyección masiva de gas frío", dice Annagrazia Puglisi, de la Universidad de Durham en el Reino Unido, que es la investigadora principal del nuevo estudio, publicado en Nature Astronomy. Puglisi confesó que "estaba emocionada de descubrir una galaxia tan excepcional".

Los investigadores sugieren que esta espectacular pérdida de gas, a una velocidad equivalente a 10.000 Soles por año, se debió a una colisión con otra galaxia, algo que podría llevar a los astrónomos a reconsiderar su comprensión de cómo 'mueren' las galaxias.

Generalmente, se cree que los vientos causados ​​por la formación de estrellas y la actividad de los agujeros negros en los centros de galaxias masivas están detrás del lanzamiento de material de formación de estrellas al espacio, lo que pone fin a la capacidad de las galaxias para producir nuevas estrellas. No obstante, el nuevo estudio reveló que las fusiones galácticas también pueden ser responsables de la expulsión al espacio de combustible de formación de estrellas.

"El ALMA ha arrojado nueva luz sobre los mecanismos que pueden detener la formación de estrellas en galaxias distantes. Ser testigo de un evento de disrupción tan masiva agrega una pieza importante al complejo rompecabezas de la evolución de las galaxias", señaló Chiara Circosta, investigadora del University College London (Reino Unido).