El Gobierno de Bolivia anunció la anulación de decretos de apertura plena a los cultivos transgénicos, aprobados por la pasada administración transitoria de Jeanine Áñez, y la suspensión temporal de las exportaciones de carne para proteger el mercado interno.
Meat carne
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"Quiero reiterar el compromiso de nuestro gobierno para luchar contra el cambio climático y proteger los derechos de la Madre Tierra", dijo el presidente Luis Arce, al revelar las medidas, durante el acto de apertura de una feria de productos orgánicos con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra.

Arce dijo que el Gobierno aprobó el 21 de abril un decreto de protección de la fauna silvestre y otro que elimina tres normas de igual rango emitidas por Áñez, que establecieron mecanismos expeditos para la introducción de nuevas variedades de semillas genéticamente modificadas para cultivos masivos.
"Eliminamos el abuso del gobierno de facto que introdujo (...) sin sonrojarse toda la cadena de transgénicos a nuestro país", afirmó.
Paralelamente, el ministro de Desarrollo Rural, Remmy Gonzales, confirmó la suspensión temporal de las exportaciones de carne, un negocio de gran crecimiento en los dos últimos años, tras protestas de comercializadores internos que denunciaron alzas injustificadas de los precios mayoristas.

Abrogación

El decreto principal anunciado por Arce dispone escuetamente la abrogación de tres órdenes de Áñez, de aliento a los cultivos transgénicos, que habían sido aplaudidos por los agroempresarios y criticados duramente por organizaciones y activistas defensores del medio ambiente.

La nueva norma recordó que la Ley de Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria, vigente desde 2011 y promulgada por Evo Morales (2006-2019), dispone que no se introducirán paquetes tecnológicos que involucren semillas genéticamente modificadas de especies de las que Bolivia es centro de origen o diversidad.

Tampoco se permitirán "eventos" biotecnológicos "que atenten contra el patrimonio genético, la biodiversidad, la salud de los sistemas de vida y la salud humana", añadió esa ley.

En aparente vulneración de esa ley, los decretos de Áñez autorizaron la introducción acelerada de semillas genéticamente modificadas de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soja.

Anteriormente, solo estaban autorizados los cultivos transgénicos de soja, el principal grano de exportación de Bolivia, con cultivos radicados casi exclusivamente en el departamento oriental de Santa Cruz.

Sobre las exportaciones de carne, el ministro Gonzales dijo a reporteros que la suspensión temporal de las exportaciones apuntaba a garantizar la estabilidad del mercado interno y respondía a la protesta de comercializadores por el incremento en los precios mayoristas.
"Cuando se confirme que existe excedente de producción de cárnicos y que el mercado interno está garantizado, se permitirá su exportación", explicó.
Bolivia era un pequeño exportador de carne vacuna procesada a Perú, Ecuador y eventualmente Chile hasta 2019, cuando se benefició con una apertura del mercado de China, que se convirtió rápidamente en el principal cliente.

Las ventas de carne a China estaban proyectadas para superar este año las 20.000 toneladas de cortes seleccionados, con un valor estimado en unos 80 millones de dólares, según informes oficiales. Los productores ganaderos de las regiones tropicales bolivianas anunciaron a principios de este año planes para iniciar a corto plazo la exportación de carne vacuna a Rusia.