Traducido por el equipo de SOTT.net en españolLa medida se describe como un intento "horrible" de pisotear la libertad de prensa y silenciar los puntos de vista antiofendiditos.
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Los antiguos alumnos de la Universidad de Oxford han criticado los intentos del Sindicato de Estudiantes de emplear a "lectores de sensibilidad" para que examinen, editen y coloquen "advertencias de seguridad" en el periódico más antiguo de la institución con el fin de resolver los artículos "problemáticos".
Tal y como informa el
London Telegraph, la "Consultoría Estudiantil de Lectores de Sensibilidad" debe ser pagada por el Sindicato de Estudiantes de Oxford para hacer frente a la
"alta incidencia de material insensible publicado" por el periódico Cherwell.
El Sindicato de Estudiantes ha recibido quejas de algunos estudiantes ofendidos por la publicación de "artículos problemáticos" que contienen opiniones "implícitamente racistas o sexistas" o "simplemente inexactas e insensibles en general".El periódico lleva en circulación más de 100 años y siempre se ha mantenido independiente del Sindicato de Estudiantes.Sin embargo, el Sindicato de Estudiantes aprobó recientemente una moción para empezar a "utilizar revisores elegidos que puedan llevar las piezas a personas más cualificadas que ellos [lo que]
puede ayudar a mejorar el daño potencial del contenido".
En otras palabras, una minoría de locos ofendidos se siente provocada por las opiniones con las que no está de acuerdo, y quiere que se eliminen.El antiguo editor de Cherwell, Michael Crick, calificó la medida de "horrible".
Crick, que ha pasado a emitir para la BBC y Channel 4, comparó la medida con un gobierno autoritario que exigiera examinar y cambiar los periódicos antes de su publicación."La clave del periodismo es que debe seguir siendo independiente para la gente con autoridad, y si al sindicato de estudiantes no le gusta puede crear el suyo propio", afirmó Crick, y añadió: "La respuesta a todas estas cosas es el pluralismo. Si vas a tener un periódico aburrido, soso y vetado, nadie lo va a leer".
Rachel Johnson, otra exalumna de Oxford, dijo que la actitud dentro del Sindicato de Estudiantes de Oxford parece ser "que la vida es algo muy aterrador y que hay que proteger a los estudiantes de ella a toda costa, lo que para mí es lo contrario de lo que es la universidad y el periodismo".
"Cogí un ejemplar de Cherwell en el tren [en una visita reciente] y se trataba principalmente de estudiantes que hablaban de sí mismos y de cuestiones de identidad", continuó Johnson, añadiendo que "cada artículo tenía una clasificación de "advertencia de seguridad" en la parte superior por si incluía palabras provocadoras o contenido provocador".
"Todo el asunto ya (antes incluso de la exploración de la sensibilidad de los estudiantes sobre cada pieza) era realmente triste", enfatizó.
Aunque el Sindicato de Estudiantes de Oxford no ha respondido a las peticiones de comentarios, Toby Young, de la Unión por la libertad de Expresión, dijo: "Los líderes estudiantiles deberían defender los derechos de expresión de los estudiantes periodistas, no intentar amordazarlos".
Como ya informamos, un
estudio reciente del grupo de reflexión
Civitas, centrado en la educación, concluyó que la libertad de expresión en las principales universidades del mundo se está erosionando a un ritmo alarmante debido al aumento de la "cultura de la cancelación".
Las universidades corren el peligro de convertirse en caldo de cultivo para la h
istoria revisionista basada en movimientos políticos extremistas formados por individuos
obsesionados con declararlo todo racista.
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