Traducido por el equipo de Sott.net en español

Después de enfrentarse al hecho de que la vacunación generalizada no es suficiente para detener la Covid (sólo hay que ver las cifras de casos de Israel), las autoridades de salud pública del pequeño país mediterráneo han decidido que la mejor solución es duplicar las tomas desafiando a la OMS y exigiendo que todos los ciudadanos reciban un tercer pinchazo. Hablemos de subir el listón...
Third Jab
© Zerohedge
Mientras el gobierno de Israel amplía la disponibilidad de las tomas de refuerzo de Covid producidas por Pfizer a todos los residentes inoculados de 12 años en adelante, también ha decretado que todos aquellos que no opten por la tercera inyección perderán los privilegios del pase verde a partir de octubre, según un informe de RT.
A partir del 1 de octubre, el "pase verde" necesario para entrar en algunas reuniones y lugares públicos expirará no sólo seis meses después de que el titular reciba una segunda dosis, sino también seis meses después de su tercer pinchazo.
Israel amplió el acceso a las dosis de refuerzo por cuarta vez el domingo, al abrirlas a cualquier paciente mayor de 12 años. Para cuando llegue el 1 de octubre, cientos de miles, si no millones, de israelíes (en un país de 9 millones de habitantes) tendrán que haber recibido sus tomas de refuerzo, o se arriesgarán a perder el acceso a los gimnasios,

Los críticos han atacado el programa del pase verde por llevar efectivamente a un individuo a ser "despersonalizado" (un término de 1984 de George Orwell) si no reciben su toma cada seis meses. Esto conducirá inevitablemente a un "ciclo perpetuo de pinchazos", algo que la OMS ha advertido que podría retrasar la vacunación del resto del planeta, especialmente en el mundo emergente.

Para quienes no estén familiarizados con el pase (que se ha citado como inspiración para un sistema similar que podría implantarse en el Reino Unido), en todo Israel se requiere un "pase verde" para acceder a muchos lugares que otros no pueden, como gimnasios, restaurantes, teatros y cines, estadios deportivos, hoteles y eventos culturales. Además, las mascarillas siguen siendo obligatorias en la mayoría de estos lugares.

Además, quienes rechacen el tercer pinchazo deberán permanecer en cuarentena durante una semana tras regresar a Israel desde el extranjero. E incluso los que reciban la tercera toma tendrán que estar en cuarentena después de regresar de cualquier país que no se considere de riesgo bajo o moderado de infección por Covid. Los receptores del refuerzo podrán autoaislarse durante 24 horas o someterse a una prueba para demostrar que no están infectados por el virus.

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, ha sido uno de los principales defensores de las tomas de refuerzo, y ha dicho a principios de este mes que las personas mayores que no reciben una tercera dosis están en "peligro mortal".

También ha tratado de dar un giro positivo a los pinchazos de refuerzo, diciendo a los israelíes que recibirlo es un "privilegio que no tiene ningún otro país" (aunque Rusia ha puesto en marcha las inyecciones de refuerzo para su vacuna Sputnik V y EE.UU. se está moviendo para permitirlas también).

Según un estudio publicado a finales de la semana pasada, cuando se trata de la variante delta, quienes han sobrevivido a la infección natural mostrarán niveles de inmunidad mucho más altos que los pacientes que han recibido dos, o incluso tres, inyecciones de Pfizer o Moderna.

Y mientras las estimaciones de eficacia de las primeras vacunas de ARNm sigue bajando, las posibilidades de un efecto secundario mortal o gravemente perjudicial probablemente seguirán subiendo.