El partido entre las selecciones de Brasil y Argentina se ha convertido en un auténtico bochorno después de que agentes de la Policía Federal y de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) irrumpieran en pleno campo para detener a cuatro jugadores argentinos con el fin de deportarlos.
© REUTERS / Amanda Perobelli
Los deportistas en cuestión son
Emiliano Martínez,
Lo Celso,
Cristian Romero y
Emiliano Buendía, y se les imputa haber mentido en el formulario que rellenaron al ingresar en el país,
violando de esta manera las reglas sanitarias. Todo apunta a que ha sido un acto organizado y premeditado.
Al principio parecía que el asunto estaba solucionado, pero al final
el partido fue suspendido en el sexto minuto cuando los agentes de la Policía entraron en el campo de fútbol. Inicialmente las dos selecciones intentaron oponerse, pero al final tuvieron que retirarse a los vestuarios.
Cabe destacar que los cuatro jugadores implicados juegan en la
Premier League, y las autoridades de Brasil no creen que ellos cumplieron con las estrictas medidas de seguridad sanitaria al viajar desde el Reino Unido a América del Sur. En el formulario indicaron que
no han visitado ninguna zona roja,
pero el Reino Unido lo es. Las autoridades consideran que los jugadores argentinos tenían que pasar por una cuarentena al haber estado en el Reino Unido en el periodo de 14 días antes de haber viajado.
"Hemos estado aquí tres días. ¿Por qué no vinieron al hotel para informarnos?", dijo Leo Messi según TV3 Sport.
La Policía Federal intentó buscar a los jugadores en el hotel y después en el vestuario, pero la selección Argentina no permitió la entrada, por lo que los agentes tuvieron que entrar en el campo.
Una de las cadenas que ofrecía la transmisión del partido, Premier Sports, informa que los integrantes de la selección argentina se están preparando para abandonar el estadio y que la selección brasileña llevará a cabo una sesión de entrenamiento pública.
Más tarde la Conmebol informó que el partido entre Brasil y Argentina que iba a jugarse en São Paulo quedó suspendido. "Por decisión del árbitro del partido, el partido organizado por la Fifa entre Brasil y Argentina en las eliminatorias para la Copa del Mundo queda suspendido", informó la entidad en sus redes sociales.
El director presidente de Anvisa, Antonio Barra Torres, pidió que los cuatro jugadores argentinos que mintieron al entrar en el país deben ser deportados.
"Esos cuatro jugadores deben ser deportados de Brasil (...) autorizar el partido sería absurdo", afirmó en declaraciones a la cadena Globo.
Comentario: Esto fue obviamente diseñado para causar un bochorno a la selección de Argentina. Tal vez con fines de hacer al equipo más débil. Sin embargo, el hecho de que se pueda llevar a cabo un acto tan vergonzoso utilizando a la "pandemia" es preocupante.
También podría ser un asunto entre políticos brasileños. Los políticos y sanitarios (especialmente los de San Pablo, los mismos que se oponían a que se realice la última copa América) le han dado un bofetón a Bolsonaro con vistas a que aplique más medidas draconianas covidianas. Anvisa, "animalito" fiel a los globalistas a los que responde -incluso contra el pueblo brasileño-, tampoco quieren dejar entrar al país las vacunas rusas:
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En lo meramente deportivo, los sanitarios brasileños perjudicaron a los jugadores argentinos. Pero aún más, esos fanáticos sanitarios dejaron sin el clásico de fútbol entre Brasil-Argentina a millones de personas en todo el planeta que querían verlo. Y peor aún es observar el panorama general de que medidas covidianas de control poblacional en todas partes se están cargando no sólo el deporte, sino la ciencia, la política, la economía, la educación, etc.
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