La temporada de verano empezó en enero en Perú y la duda de un gran sector de la población es si el Gobierno va a ordenar el cierre de las playas como en 2021 por la pandemia, un año en que no hubo sol, mar, ni alegría.
playa peru
© AP Photo / Martin Mejia
Por lo pronto, los peruanos ya se quedaron sin playas a lo largo de toda su costa desde el 31 de diciembre hasta el 3 de enero porque, según aseguró el Ministerio de Salud (Minsa) en su norma, las posibilidades de contagio eran altas por las fiestas de fin de año. Sin embargo, algunas inconsistencias dejaron disconformes y con dudas a varios ciudadanos.

Y es que el Minsa, junto con el cierre de playas, también decretó la prohibición de consumir licor en zonas cercanas al mar, lagos, lagunas y ríos. Sin embargo, a los bares y restaurantes se les permitió seguir funcionando, con aforos levemente reducidos y con una casi nula fiscalización.

Carlos Jiménez tiene 36 años y vive en Lima. En conversación con la Agencia Sputnik manifestó su desconcierto sobre esta medida. "No se entiende. Se supone que si tomo en un bar, que es un sitio cerrado, no me voy a contagiar, pero sí lo haré si tomo en una playa abierta. Supongo que si la policía me ve tomando cerveza solo en una playa me va a ordenar que me meta a un bar con otras personas porque allí estaré más seguro. No se entiende", dice.

Llegó la ola

La llegada de una tercera ola ya fue anunciada por el Minsa el 4 de enero, aunque los niveles diarios de mortalidad siguen siendo bajos, con una media de 12 a 15 personas fallecidas, de las cuales más de 90 por ciento no están vacunadas, según cifras oficiales.

Con el anuncio de la tercera ola, sumado al precedente de que el Gobierno ve en las playas un foco infeccioso a pesar de las evidencias científicas de que en lugares abiertos las probabilidades de contagio disminuyen, otra vez existe un fastidio colectivo por otro posible verano sin una de las actividades de esparcimiento favoritas, además de gratuitas, para los peruanos de la costa.
"En la campaña electoral (del 2021) ningún político dijo nada sobre los cientos de mítines que se hicieron con miles de personas sin guardar ninguna distancia. ¿La pandemia dejó de existir por elecciones y ahora en verano, cuando nadie quiere agarrar el poder, ya regresó el virus? ¡Eso no lo cree nadie!", protesta Karina Iberico, ciudadana residente en Piura (norte), en diálogo con Sputnik.
Con las discutibles medidas del Gobierno respecto a las playas y el verano, se suman otras que sectores de la ciudadanía objetan. Una de ellas es la vigencia del toque de queda con horarios de 2:00 a 4:00 (7:00 a 9:00 GMT) de lunes a domingo, es decir sólo dos horas al día.

A pesar de que es evidente para cualquier ciudadano que viva en las principales ciudades del país que el toque de queda es pobremente cumplido y fiscalizado, lo que se cuestiona, más allá de lo que dicta la realidad, es la efectividad de esta norma, incluso si se cumpliera como debería.

Este es otro año

"Si yo voy a la casa de un amigo, en vez de quedarme hasta las dos de la mañana, tengo que quedarme hasta las cuatro, cuando se levante el toque de queda. Al final, me veo obligado a quedarme más tiempo expuesto a un posible contagio. Y eso sin considerar a las personas que organizan fiestas clandestinas y que al final prefieren quedarse expuestos hasta el día siguiente y no salir en toque de queda", dice a Sputnik Flavio Carrasco, peruano residente en Cusco (sur).

El lunes, el entrenador de la selección peruana de fútbol, el argentino Ricardo Gareca, fue interrogado por la prensa por una fiesta de Año Nuevo que organizó el delantero Paolo Guerrero con sus familiares y amigos en Lima, y que fue criticada por los riesgos de contagio.

"Hay que dejar a la gente ya hacer su vida (...) Es importante que nosotros empecemos a hacer una vida normal. Cada uno es dueño de cuidar su vida, que nos dejen cuidarnos la vida, que la gente resuelva sobre su vida, que cada uno elija de qué manera se cuida, eso es importante para hacer la vida normal", dijo Gareca, causando sorpresa aunque quizá diciendo lo que muchos peruanos piensan.

Recién en noviembre de 2021 Perú dejó sin efecto el uso de pediluvios con desinfectante para entrar a lugares públicos, así como la toma de temperatura corporal, ambas medidas que en muchos países ya se habían dejado sin efecto hace meses por su probada ineficacia.


Lo que parece que esperan muchos peruanos es que, con más de 80 por ciento de su población objetivo vacunada, el Gobierno actualice la realidad de vivir en una pandemia con medidas efectivas, asumiendo que la realidad del país en 2022 es muy distinta a la sufrida en 2020.