Millares de vecinos de la ciudad de El Alto paralizaron por casi tres horas el centro de la Paz con una ruidosa marcha de rechazo a un decreto que exige la presentación de carnet de vacunación o prueba PCR negativa de COVID-19 para ingresar a lugares públicos.
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© CC BY 2.0 / Madeleine Deaton / Looking down on San Francisco and a great view of the city
"Aunque nos digan anti vacunas, ésta no ha sido una marcha contra el proceso de vacunación sino contra el decreto que es una imposición de obligación de vacuna, que es contrario a la libertades", dijo a reporteros el presidente del Comité Cívico de El Alto, Gregorio Gómez, al culminar la protesta pacífica.

La marcha de casi 15 kilómetros culminó en la céntrica Plaza San Francisco, escenario de las principales manifestaciones políticas bolivianas.

El gobierno respondió ratificando su criterio de que la vacunación seguirá siendo voluntaria y que la obligación del carnet o el certificado de prueba PCR está en suspenso y volverá a ser aplicada a partir del 26 de enero.

"¡Ahora sí, abrogación!" del decreto de carnet, corearon los manifestantes, principalmente vendedores ambulantes y trabajadores independientes que aseguraban estar protegidos contra el COVID-19 con hierbas autóctonas y otros productos de medicina tradicional.

La marcha convocada por el Comité Cívico de El Alto fue respaldada por una asociación de iglesias evangélicas y las federaciones de juntas vecinales y de gremiales o trabajadores independientes de esa ciudad, cuya población es mayoritariamente indígena.

El ministro de Salud, Jeyson Auza, dijo tras la protesta que el Gobierno respetaba el criterio de los manifestantes pero no preveía retroceder en su estrategia de vacunación a la que defendió como "una decisión acertada para precautelar la salud y la vida del pueblo boliviano".

Admitió sin embargo la posibilidad de revisar el decreto de obligatoriedad de presentación del carnet de vacunación, "para atender situaciones especiales".


Desde la aprobación del decreto de obligatoriedad de carnet de vacunación o prueba negativa de COVID-19, ha crecido notablemente la afluencia de personas a los vacunatorios de todo el país.