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La ley que elevó el límite del endeudamiento estadounidense, con lo cual se impidió una mora de pagos previsiblemente catastrófica, según sus promotores, afectará a sectores desprotegidos del país, estiman hoy comentaristas.

Aunque Obama planteó la inclusión de algunos ajustes a los planes de salud para los mayores de edad y un cambio en el código fiscal para que los ricos paguen más, está por verse si los republicanos accederán a esto último.

Asimismo, la nueva normativa podría reescribir las reglas sobre subsidios agrícolas, administración fiscal de tierras y biocombustibles de nueva generación, también impulsados en la agenda gubernamental.

Vamos a tener que aceptar que la agricultura tendrá que contribuir a la reducción del déficit, valoró el senador Kent Conrad, presidente del comité presupuestario del Senado y un miembro del panel agrícola al opinar sobre el acuerdo.

La ampliación del techo de la deuda en el Senado, el último requisito cumplido en el mismo día en que Estados Unidos iba a entrar en suspensión de pagos por falta de un acuerdo bipartidista, abre abrumadoras interrogantes, consideran políticos y activistas sociales.

La negociación del límite de la deuda y reducción del déficit paralizó otros procesos en la agenda de la Casa Blanca y concretó la posición republicana de retrasar todo lo que pueda favorecer los planes reelecionistas de Obama.

A partir de ahora, cualquier iniciativa, ya sea referida a la aprobación de Tratados de Libre Comercio con Colombia, Panamá, Corea del Sur, o vinculadas al tema migratorio, entre otras, tendrá que esperar hasta septiembre, tras el receso del Capitolio en las vacaciones de agosto que inician este fin de semana.

El plan equilibrado para reducir el déficit que incluiría una reforma tributaria de modo que los ricos paguen su cuota justa de impuestos solicitado por el mandatario, en su esencia es algo a "largo plazo".

Obama, aunque reiteró su petición de eliminar los subsidios para las compañías petroleras y de gas natural, y los resquicios que permiten que los multimillonarios paguen menos impuestos que los maestros y enfermeras, continuará enfrentando una recia oposición de sus adversarios.

Para lograr el acuerdo, la Casa Blanca tuvo que negociar bajo las condiciones que fijó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, entre ellas la exigencia de que cualquier aumento al límite de endeudamiento fuera compensado con recortes al gasto, sobre todo en el área social.

Aunque Obama logró aumentar el techo del endeudamiento lo suficiente para mantener la financiación del gobierno hasta 2013 y reducciones al aumento del presupuesto del Pentágono, quedó claro que los republicanos dirigen el compás de la política en el país.

Al respecto, el líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, señaló que tuvieron que conformarse con menos de lo que querían, pero lo que lograron, opinó, de ninguna manera es insignificante.

Para los republicanos recortar los gastos creará empleo, pero economistas en Wall Street advierten que las medidas de ahorro impactarán de manera negativa en la ya alicaída economía estadounidense.

No obstante, congresistas del ala más conservadora republicana, el Tea Party, se opusieron al acuerdo y aspiran a seguir la poda.

Mientras, en el otro extremo, los demócratas liberales se mostraban molestos porque lo legislado no incluye aumentos de impuestos para los más ricos.

Lo más significativo de este plan es que el techo de la deuda fue elevado hasta 2013 y ahora Obama no tendrá que preocuparse del tema durante su campaña para buscar ser reelecto en los comicios de finales de 2012.

Sin embargo, el presupuesto será algo presente en las próximas campañas presidenciales y para el Congreso, y motivo de acaloradas y arduas negociaciones.