La playa rocosa El Calafín, en el estado de Baja California Sur, se convirtió en un auténtico cementerio de mamíferos marinos. Desde la tarde de este 25 de mayo, visitantes denunciaron a través de redes sociales la presencia de cadáveres de delfines de la especie común de rostro corto.
Elementos de Profepa alistan algunos ejemplares en descomposición para realizarles una necropsia (Foto: EFE)
© EFEElementos de Profepa alistan algunos ejemplares en descomposición para realizarles una necropsia
Tras el reporte, elementos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con la Red de Atención a Varamientos de Mamíferos Marinos, acudieron a la playa ubicada a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad de La Paz.

Ahí contabilizaron al menos 30 ejemplares fuera del agua; ninguno presentó marcas visibles de golpes ni rasgaduras, por lo que se descartó como causa de su muerte un ataque de orcas u otros depredadores marinos, de acuerdo con Francisco Javier Gómez, líder de las operaciones de rescate de mamíferos en la parte baja de la península para la agencia EFE:


Incluso, señaló que la mayoría llegó a la orilla sin vida o en muy mal estado desde hace más de 48 horas, aunque tampoco existe reporte de marea roja en las aguas de Baja California Sur.
"La muerte no se dio en la zona, la teoría es que las corrientes los aventaron en este lugar. Cuando se da un varamiento de animales vivos todos están frescos, aquí algunos de ellos ya ni siquiera tiene los ojos [...] La gran mayoría de los delfines muestran señales de tener algunos días sin vida, sin embargo, es posible que un par de ellos tengan menos de 24 horas de haber fallecido"
Ante el misterio, las autoridades determinaron trasladar a los especímenes más frescos a los laboratorios del Museo de La Ballena con el fin de realizar la necropsia que determine la causa de muerte. Hasta el momento ni la Profepa ni la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se han pronunciado al respecto.

Mientras que los cadáveres en mayor estado de descomposición fueron sepultados en la misma playa para evitar un foco de infección.

Pero esta no es la primera vez que se encuentran delfines varados en una playa de la región. En 2017 se registraron cerca de 50 ejemplares en la playa Pichilingue, a 60 kilómetros al este de El Calafín. Sin embargo, en dicha ocasión la gran mayoría de los organismos pudieron ser devueltos con vida al mar.

Y es que en la región de La Baja a menudo se observan estos grupos grandes de bulliciosos delfines irrumpiendo fuera del agua a medida que avanzan a gran velocidad, hacen piruetas y vueltas en el aire, a veces sincronizados.

Según las autoridades ambientales, existen diversas causas para el varamiento de estos animales, las cuales pueden ser naturales (por vejez, intoxicación, depredadores o factores ambientales) o antrópicas (enmallamientos en redes, contaminación, derrames de petróleo o captura-).

El delfín común es un mamífero gregario que puede vivir en colonias de hasta 500 especímenes, mide entre 1.7 a 2.4 metros y puede pesar entre 70 y 110 kilos.