Una fuerte llamarada solar de clase M-5 ha golpeado la Tierra esta madrugada causando un apagón de radio en zonas de Australia y toda Nueva Zelanda. Esta eyección de energía solar se producía en una mancha del Sol que está actualmente muy activa.
Solar Flare
© NASA GoddardUna erupción solar pasada vista desde el sol el 20 de junio de 2013
Según ha informado SpaceWeather.com, la mancha solar nombrada AR3141 ha explotado este 7 de noviembre (a las 00:11 horas UT), produciendo una llamarada solar impulsiva de clase M5. La radiación ha ionizado la parte superior de la atmósfera de la Tierra y provocado así un apagón de radio de onda corta en el Pacífico Sur, incluida parte de Australia y toda Nueva Zelanda.

Así afectan las llamaradas solares a la Tierra

El Sol se acerca al pico de su ciclo solar. Esto quiere decir que la corona solar (su atmósfera) está despertando, por lo que aparecen nuevas manchas solares visiblemente más oscuras en su superficie, que son áreas donde los campos magnéticos son particularmente fuertes.

En las manchas solares pueden originarse repentinas explosiones de energía llamadas llamaradas solares, explica la NASA. Las erupciones solares liberan mucha radiación al espacio. Las más fuertes incluso pueden interferir con nuestras comunicaciones por radio aquí en la Tierra. Se clasifican como M1 las más suaves, M5 las moderadas (como la de este lunes) y de clase X las más fuertes.

Las erupciones solares a veces van acompañadas de una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), que son enormes burbujas de radiación y partículas del Sol que pueden alcanzar áreas cercanas a la Tierra y desencadenar intensas auroras boreales e interferir en las redes de servicios públicos de energía, lo que en el peor de los casos puede causar cortes de electricidad y cortes de energía. Esto es lo que se conoce como una tormenta geomagnética.

"Hasta el momento no hay señales de que una CME emerja del lugar de la explosión; la confirmación espera datos adicionales de SOHO", ha comunicado para el actual evento SpaceWeather.com.

Precisamente el 6 de noviembre se cumplían 21 años de una tormenta geomagnética severa de clase G4, de las más fuertes. "Los cielos de Europa Central resplandecían en rojo y violeta", recordaba uno de los testigos que pudo fotografiar el evento desde Sajonia, Alemania.