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En la noche de ayer varios compostelanos afirman haber visto un meteorito. José Ángel Docobo, director del observatorio de la USC, explica el fenómeno.

En la noche de ayer, del miércoles al jueves, varias personas afirman haber visto en el cielo de Santiago sobre las 22.00 horas un disco que se desplazaba a gran velocidad con una llama como cola o estela. En palabras de otras personas, lo que vieron fue «bola de fuego». Según José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Ayer de la USC, esta descripción coincide con la de una piedra cósmica que debido a la velocidad al entrar en contacto con las capas bajas de la atmósfera se destruye y si su masa es grande, es visible desde la superficie. Esto es lo que se denomina un bólido.

Docobo mostraba su extrañeza por este fenómeno: «es raro, porque al haber un número tan reducido de testimonios no debió ser un fenómeno tan espectacular como dicen. Es importante recabar información de si hubo avistamientos desde fuera de Santiago, porque lo normal es que este tipo de bólidos, cuando alcanzan un tamaño como el que describen, sea visible desde otros lugares». Para recabar información Docobo da la dirección del observatorio de la Universidad (oasec@usc.es), para que quien lo haya avistado se ponga en contacto con ellos.

También muestra su extrañeza por el hecho de que las cámaras del observatorio no captasen el objeto: «debió de pasar bajo, porque las cámaras de observación no lo registraron, salvo que haya sido antes del anochecer, que es cuando se encienden». Como miembro de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, Docobo ha observado numerosos de estos fenómenos, aunque destaca dos: el primero, el que atravesó Galicia desde Verín a Ortigueira en junio del año 96. El otro fue de mayor entidad, el 4 de enero del 2004, y atravesó todo el norte de la península, desde el nordeste de Portugal hasta la localidad palenciana de Villalbeto de la Peña, causando temblores en la provincia de León.

«Son de tamaños variables, habitualmente del de un grano de arroz o de arena. Cuando su brillo super el del planeta Venus, medido en una unidad que se llaman Magnitudes (-4 concretamente) es cuando se hace visible.

En cualquier caso el director del observatorio de la universidad no espera que este fenómeno se repita estos días, ya que se trata de fenómenos normalmente aislados.