La tasa de suicidios de adolescentes entre los 13 y 14 años está aumentando de manera exponencial en Estados Unidos, según un reciente estudio.
El suicidio es un grave problema de salud pública
El suicidio es un grave problema de salud pública entre todos los grupos de edad en EE.UU. y ha aumentado particularmente entre los jóvenes.
El estudio realizado por la Facultad de Medicina Schmidt, de la Universidad Florida Atlantic (FAU), también reveló que estas "tendencias crecientes" en las muertes por suicidio eran similares por género o raza en este grupo de edad en las ciudades y zonas rurales; sin embargo, en áreas rurales — donde las armas son más accesibles — eran más comunes.

De igual modo, en las áreas rurales, las armas de fuego se usaron en el 46,7 % de los suicidios juveniles, mientras que la cifra llegó al 34,7 % en las ciudades metropolitanas.

Los suicidios ocurrieron con mayor frecuencia entre "septiembre y mayo, sobre todo los lunes, seguidos del resto de la semana", lo que sugiere que el estrés escolar juega un papel en los pensamientos suicidas de los adolescentes, conforme a la investigación.

"Si bien se necesitan más estudios analíticos, existen importantes implicaciones clínicas y de salud pública basadas en los hallazgos de nuestro estudio", aseveró, a través de un comunicado, Sarah K. Wood, autora principal y profesora de Pediatría de la FAU.

La profesora, además presidenta del Departamento de Salud de la Mujer y el Niño de la Facultad de Medicina Schmidt, destacó que los datos del estudio apuntan a una "correlación temporal" entre el uso de las redes sociales, el estrés escolar y las armas de fuego, afirmando que se necesita realizar más indagaciones.

A su vez, el profesor Charles H.Hennekens, uno de los autores del estudio, enfatizó que "nuestros datos muestran que las áreas no metropolitanas tienen tasas más altas de suicidio de adolescentes, independientemente del método, y las áreas rurales tienen tasas más altas debido a las armas de fuego".

El suicidio en el país norteamericano se ha convertido en la segunda causa principal de muerte prematura entre los 10 y 24 años y la principal causa de muerte entre los 13 y 14 años.