Traducido por el equipo de SOTT.net

La inflación griega bajó el mes pasado debido a la rápida caída de los precios de la energía.
Kyriakos Mitsotakis
Primer Ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis
Pero el coste de los alimentos sigue subiendo, lo que hace que ocupe un lugar destacado en la lista de preocupaciones de los votantes en las elecciones nacionales del domingo.

Vassilis Siabragas, de 52 años y residente en El Pireo, solía comprar comida para toda la semana. Con algo menos de 50 euros alimentaba a toda su familia.

Ahora sólo consigue lo que necesita para un día.

"Escribo lo que necesito en un papel. Antes no lo hacía. Paso el resto del tiempo dando vueltas, pasando el tiempo y esperando que bajen los precios para poder comprar más", explica Siabragas a CGTN Europe.

Impulsada principalmente por el turismo, se espera que la economía griega crezca por encima de la media de la eurozona y la UE, pero las cosas sobre el terreno parecen diferentes.

"No hace mucho, 50 euros daban para mucho. Ahora 50 euros apenas alcanzan para una bolsa o dos de comida, y la calidad no es la misma. No podemos permitirnos lo bueno", se queja Siabragas.

Historia de éxito

En los últimos años, la economía griega se ha comportado muy bien: la reducción de la deuda, el crecimiento y las múltiples inversiones han superado a la mayoría de las naciones europeas. Muchos la califican de historia de éxito.

La inflación anual se redujo el mes pasado al 3%, frente al 10,2% de hace un año.

Pero aunque los costes de la energía han bajado, no lo han hecho los precios de los alimentos.

"Hace unos años, un agricultor podía vender un kilo de leche a 61 céntimos; ahora, a 47", explica Apostolos Raftopoulos, Presidente de la Asociación Griega de Consumidores. "Entonces, ¿por qué los consumidores no estamos pagando un 23% menos? En realidad estamos pagando más por la leche que cuando estalló la guerra en Ucrania. Hemos preguntado al gobierno por qué ocurre esto, pero no hemos recibido respuesta".

Los mercados de alimentos siempre han formado parte de la cultura griega. Casi todos los barrios tienen uno y en ellos los precios suelen ser más bajos que en los supermercados.

Pero ir a uno se ha convertido en algo estresante para muchos, debido al aumento de los precios. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, es probable que sea un factor de peso en la elección de los votantes.

"Todos los partidos políticos se juegan sus últimas cartas de cara a las elecciones, y todos hablan de hacer frente a la carestía de la vida", afirma la experta en finanzas Athanasia Akrivou. "Lo que puedo decir es que debemos tener mucho cuidado con las promesas preelectorales, porque en 2024 volveremos a una política fiscal estricta, con normas e incentivos".

Para personas como Siabragas, que ya atraviesan graves dificultades financieras, el dinero escasea.

Hay alimentos que aún puede permitirse, pero si las cosas se ponen más difíciles, teme no poder cubrir los gastos.