Traducido por el equipo de SOTT.net

Los defensores de la lucha contra el hambre afirman que Estados Unidos se enfrenta a un aumento "sin precedentes" de la inseguridad alimentaria, debido a la persistente inflación en los supermercados y a los recortes del programa de cupones de alimentos a principios de este año.
Los Angelos food bank line
El aumento de la inseguridad alimentaria -carecer de alimentos suficientes para llevar una vida sana y activa- se produce cuando el país ha puesto fin a la emergencia de la pandemia y la economía, según muchos indicadores, sigue siendo fuerte. La tasa de desempleo está cerca de su nivel más bajo en 50 años, mientras que los salarios han aumentado para muchos trabajadores.


Comentario: Incluso antes de la crisis alimentaria, la corrupción del suministro de alimentos de Estados Unidos ya había contribuido a convertirla en una de las naciones más enfermas del planeta. En cuanto al desempleo y los salarios, evidentemente los datos proclamados anteriormente han sido tergiversados para impulsar la narrativa del establishment, sin embargo, como muestra este artículo, la verdad de la grave situación se está volviendo casi imposible de negar: Las solicitudes de subsidio de desempleo en EE.UU. siguen en su nivel más bajo en 52 años, con sólo 206.000 nuevas solicitudes, y la participación laboral en mínimos históricos.



Pero esas cifras ocultan una cruda realidad que afecta a una parte cada vez mayor de los hogares estadounidenses, desde las familias jóvenes hasta los estadounidenses de más edad. Aunque abundan los puestos de trabajo, muchos empleados no ganan lo suficiente para cubrir el creciente coste de la vida, lo que obliga a algunos a hacer concesiones, como saltarse comidas.

Y los recortes en el programa de cupones de alimentos a principios de este año redujeron las prestaciones en un momento en que los comestibles cuestan un 20% más que hace dos años. Esto provocó que la inseguridad alimentaria alcanzara "niveles sin precedentes" en mayo entre los beneficiarios de los cupones de alimentos, según una nueva encuesta de Propel, que crea una aplicación para que los beneficiarios comprueben los saldos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria o SNAP (antes conocido como cupones de alimentos).

Alrededor del 44% de los encuestados declaró haberse saltado comidas en el último mes, un aumento del 7% y una cifra nunca vista, señaló Propel. Estos resultados se repiten en un nuevo estudio del Banco de Alimentos de Boston, según el cual algunas familias locales están tomando decisiones desesperadas, como diluir la leche de fórmula para bebés u otros alimentos.

"Cuando veo a uno de cada tres hogares con niños reportando que sus hijos pasaron hambre, o se saltaron una comida, eso no debería suceder", dijo Catherine D'Amato, CEO del Banco de Alimentos de Greater Boston, a CBS MoneyWatch. "Esto demuestra que se trata de una crisis de hambre que persiste en Massachusetts".

D'Amato dijo que las tasas actuales de inseguridad alimentaria son las más altas que ha visto en su carrera. El estudio de su grupo, publicado el martes, reveló que el 33% de los hogares de Massachusetts sufrían inseguridad alimentaria en 2022, mientras que el 36% de los hogares con niños no tenían alimentos suficientes el año pasado.

La investigación coincide con los resultados del censo de EE.UU., que durante tres años ha preguntado a los hogares sobre su consumo de alimentos. El número de estadounidenses que dicen que a veces no tienen suficiente para comer ha aumentado un 23%: de 15,8 millones antes de la pandemia a 19,2 millones en la encuesta más reciente, realizada a finales de abril y principios de mayo.

Nuevos requisitos laborales para los cupones de alimentos

El aumento de la inseguridad alimentaria se produce cuando el acuerdo sobre el déficit, alcanzado entre la Casa Blanca y los legisladores republicanos, añadiría más requisitos laborales al SNAP. Eso podría crear más dificultades para un mayor número de estadounidenses en apuros, predijo D'Amato.

"Los recortes del SNAP y los requisitos de trabajo van a ser realmente perjudiciales", añadió. "No sabremos hasta qué punto hasta que veamos los acuerdos finales sobre el déficit y cómo se despliegan".

El SNAP ya incluye requisitos de trabajo para las personas de entre 18 y 49 años con ingresos bajos que sean aptas y no tengan familiares a su cargo. Según el acuerdo, ese límite de edad se elevaría hasta los 54 años, lo que podría perjudicar a los trabajadores de más edad sin ingresos estables y ponerlos potencialmente en riesgo de perder la ayuda alimentaria, según los expertos.


Comentario: Obligar a la gente a realizar trabajos que pagan salarios de miseria.


Sin embargo, el acuerdo eliminaría temporalmente los requisitos de trabajo del SNAP para los veteranos y las personas sin hogar, independientemente de su edad.


Comentario: Lo que en realidad animará a algunos a elegir la falta de vivienda.


Esas excepciones, así como el límite de edad más elevado para los requisitos de trabajo, expirarían en 2030.

Unas 700.000 personas de entre 50 y 54 años se verían afectadas por los nuevos requisitos laborales, según el Wall Street Journal. Pero al eliminar los requisitos de trabajo para los veteranos y las personas sin hogar, alrededor de 78.000 personas obtendrían beneficios cada mes, dijo la Oficina Presupuestaria del Congreso en un informe del martes.

En conjunto, los cambios en el SNAP aumentarían el gasto público en 2.100 millones de dólares durante la próxima década, según estimaciones de la CBO.


Comentario: En sólo un año, el gobierno estadounidense ha entregado a Ucrania decenas de miles de millones para su guerra por poder contra Ucrania.


El dilema: ¿Comida o alquiler?

Mientras tanto, los estadounidenses con ingresos bajos hacen cada vez más concesiones y sufren mayores dificultades para hacer frente al aumento del coste de los alimentos y a los recortes de la ayuda alimentaria, según muestra un estudio. Las tasas de desahucio de los beneficiarios de cupones de alimentos se dispararon un 40% de abril a mayo, mientras que al 11% de los encuestados les cortaron los servicios públicos en el último mes, lo que supone un aumento del 24% respecto al mes anterior, según Propel.

La mayoría de los hogares de Massachusetts que experimentaron inseguridad alimentaria el año pasado declararon haber tenido que decidir entre pagar la comida o cubrir el alquiler, los servicios públicos y otros gastos, según descubrió el Banco de Alimentos del Gran Boston. Y casi un tercio dijo que había aguado la comida o la fórmula infantil para llegar a fin de mes, mientras que el 85% dijo que compró la comida más barata disponible.

"Esto se oye en sanidad, eso de 'me he saltado la medicación por un día'", pero ahora la gente está tomando estas mismas decisiones con la comida, dijo D'Amato. "Es chocante, aunque no sorprendente, que las familias se encuentren en una situación en la que tengan que hacer concesiones".