Al menos seis personas perdieron trágicamente la vida el lunes en incidentes relacionados con la lluvia en todo Baluchistán, lo que llevó a la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres (PDMA) a declarar la emergencia en las zonas de la provincia afectadas por la lluvia y las inundaciones e iniciar operaciones de rescate.

Un hombre vadea las aguas de la inundación junto a su casa dañada tras las lluvias e inundaciones de la estación monzónica en Dera Allah Yar, distrito de Jafferabad, Baluchistán, Pakistán, el 25 de agosto de 2022.
Entre los incidentes devastadores, al menos dos personas fueron arrastradas por las aguas en el distrito de Naseerabad, y los equipos de rescate recuperaron posteriormente sus cuerpos en los distritos de Harnai, Lasbela y Sohbat Pur.
La PDMA ha estado trabajando incansablemente para llegar a todos los afectados por las fuertes lluvias en toda la provincia. Faisal Panezai, director de la PDMA, informó de que se había enviado una carta a las autoridades instando a la imposición de la Sección 144 en todos los puntos de picnic en respuesta a las lluvias monzónicas.
Además, se han entregado 300 paquetes de comida y los suministros necesarios a los comisarios adjuntos de cada distrito.
Las lluvias y los corrimientos de tierra que las acompañaron también provocaron el cierre de la carretera nacional que conecta Baluchistán con Punjab, Fort Manro, mientras que el suministro de verduras y frutas dentro de Quetta se ha visto interrumpido durante los dos últimos días debido a la destrucción de partes de la carretera del puente Bolan-Panjara por las inundaciones.
En particular, las lluvias monzónicas del año pasado en Baluchistán causaron un número considerable de víctimas, sobre todo entre los niños.
Las inundaciones repentinas causaron estragos en varios distritos, como Lasbela, Kech, Khuzdar y Jhal Magsi, dejando a los residentes varados en los tejados de sus casas.
El ministro jefe, Mir Abdul Quddus Bizenjo, tuvo que ordenar evacuaciones en helicóptero, reubicando a cerca de 50.000 familias en lugares más seguros, mientras el número de muertos ascendía al menos a 105.