El presidente insta a la población de las zonas de riesgo a no regresar a sus hogares.
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Inundaciones, cortes de electricidad y calles destrozadas.

Este es devastador efecto que ha causado el paso del huracán Idalia por Cuba. La tormenta tropical ha dejado más de 200 000 mil hogares sin electricidad en las provincias de Pinar del Río y Artemisa, las más afectadas.

Idalia dejó a unos 186 000 clientes sin servicio de electricidad (el 60 % de la provincia), y su vecina, la provincia Artemisa perjudicó a 117 434 clientes (el 80 %), mientras en La Habana se han registrado 47 980 consumidores afectados y en la Isla de la Juventud son 4 326.


Por el momento, las autoridades no han informado de ningún fallecido, pero miles de personas han tenido que abandonar sus hogares. El presidente del país, Miguel Díaz-Canel, instó a que los habitantes de las zonas de riesgo no acudan todavía a sus hogares.

"(Trabajaremos para) restablecer el servicio eléctrico, las comunicaciones y la agricultura, actualizando plantaciones y cosechando para reconstruir todo lo que se pueda. Preparar las condiciones con seguridad, recuerden que todavía nos van a quedar uno o dos días más de influencia de precipitaciones. Por lo tanto, inundaciones que no tenemos hoy las podemos tener mañana o pasado", dijo el presidente en un comunicado en la televisión.


El primer ministro Manuel Marrero, ha pedido que el resto de miembros del gabinete de gobierno acudan a los territorios afectados para contabilizar los daños.

"Las autoridades de la zona occidental de nuestro país, afectada por Idalia, se mantienen en recorrido por los territorios. En las próximas horas se debe realizar una evaluación profunda de los daños en cada provincia para trabajar de inmediato en su solución", declaró Marrero en una publicación de su cuenta en la red social X, antes Twitter.

Falta evaluar los efectos que Idalia ha causado en los transportes, los servicios de comunicaciones y en la agricultura, sobre todo en la región del Pinar del Río, que todavía no se ha recuperado del caos que dejó el huracán Ian el año pasado.