Traducido por el equipo de SOTT.net

El ataque de un pitbull causó la trágica muerte de una mujer de 67 años mientras montaba en bicicleta, lo que llevó a su dueño a declarar su incapacidad para seguir cuidando del perro.
pit bull
© Imagen de archivo
A las 16.30 horas de ayer, 24 de septiembre, el teniente de policía Kritchatha Pathumkaew, de la comisaría de Sam Khok, en Pathum Thani, recibió un informe sobre el ataque mortal de un pit bull en un callejón sin nombre de la aldea 1, subdistrito de Chiang Rak Noi, distrito de Sam Khok, Pathum Thani. Rápidamente llegaron al lugar de los hechos la policía, los forenses del Ministerio de Justicia y los equipos de rescate de la Fundación Po Tek Tung.

A pesar de los esfuerzos de rescate, la víctima, identificada como Daeng Thamthanta, sucumbió a sus heridas. La mujer, de 67 años y residente en el distrito de Sam Khok, había sufrido graves heridas por el ataque del perro. Cerca de ella, una bicicleta manchada de sangre yacía en el arcén, como prueba del brutal encuentro.

Prathueng Nakpradit, un testigo de 76 años, contó que había oído el ruido de perros peleándose. Al investigar, descubrió a Daeng siendo mutilada por el pit bull. Prathuang reconoció a la víctima y pidió ayuda a gritos al hijo de Daeng. Éste llegó rápidamente y trasladó a su madre herida a un lugar más seguro.

El equipo de noticias visitó más tarde la casa de Kiatkanok Tanlae, el dueño de 48 años del pit bull, en la aldea 1 del subdistrito de Chiang Rak Noi. El perro, llamado Poykai, fue encontrado enjaulado junto a varios perros de raza tailandesa.

Kiatkanok explicó que su hija mayor había traído a Poykai a la familia hace cinco años. El pit bull se había portado bien en general, pero recientemente había atacado a dos parientes y a su hija de 17 años, que seguía recibiendo tratamiento diario por sus heridas.

Kiatkanok soltaba normalmente a Poykai a las 2 de la madrugada para que hiciera sus necesidades antes de devolver al perro a su jaula. Expresó su deseo de que una organización protectora de animales se hiciera cargo del cuidado de Poykai, pues ya no se sentía capaz de manejar al perro.

Un habitante de la zona dijo que también había sido mordido por Poykai en el pasado, aunque había pasado tiempo desde el incidente. Boontawee Makphong, hijo de 41 años de la fallecida, señaló que su casa estaba a sólo 100 metros de la de Kiatkanok. Subrayó que la naturaleza agresiva del pit bull hacía que no fuera seguro que el perro vagara libremente, informó KhaoSod.

Pol. Kritchatha documentó la escena y ordenó que el cuerpo de la fallecida fuera enviado al Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Justicia para su examen.