¿Ha oído alguna vez a alguien decir que «la Madre Naturaleza es invicta»? Este vídeo de abajo es una representación bastante buena de ello. Una madre águila calva intentaba proteger su nido (encaramado a un árbol en la zona de Stearns Lake) del acecho de un halcón de cola roja, y poco sabía ella que había una amenaza aún mayor ante la que no podía hacer nada.
En un abrir y cerrar de ojos, un rayo cayó sobre el nido. Se sabe que los nidos de águila calva son de gran tamaño, algunos de más 1,2 metros de ancho y un metro de profundidad. Como se ve en el vídeo captado por una cámara instalada para vigilar el nido, el hogar del águila calva se desintegró en una explosiva bola de fuego tras ser alcanzado por el rayo.
Según el post, la pareja de águilas calvas llevaba años criando águilas en esta zona. Por desgracia, no quedó casi nada del nido después de que la madre naturaleza no tuviera piedad. Y si te fijas bien, también verás que la hembra de águila calva y el halcón -ambos posados en el árbol cuando cayó el rayo- se dieron la vuelta y se colgaron del árbol después de que cayera el rayo de electricidad.
Afortunadamente, se cree que el águila calva sobrevivió a la descarga del rayo, aunque no se puede confirmar lo mismo en el caso del halcón de cola roja que estaba al acecho:
"El impacto dejó tanto al águila como al halcón colgando boca abajo en un estupor electrocutado. El águila consiguió sobrevivir y salir volando».
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