Tras seis días de enfrentamientos, las fuerzas de ocupación israelíes no lograron controlar la localidad de Khiam, en el sur del Líbano, donde Hizbullah centra su estrategia en infligirle el mayor número de bajas posibles al enemigo, al igual que en otros puntos conflictivos.
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Esta es la segunda vez que las tropas enemigas intentan avanzar hacia ese punto, luego de intensos bombardeos aéreos y ataques de artillería que no cesan desde el inicio del Diluvio de Al-Aqsa.

Varias explosiones y ráfagas de ametralladoras se escucharon este sábado al oeste de Khiam, después de los bombardeos aéreos de la aviación israelí y tras intensos combates durante la noche pasada.

Hizbullah envió gran cantidad de drones y misiles contra las concentraciones adversarias en la zona, y causó una disrupción en la cadena de mando entre los soldados y oficiales hostiles, dejándolos heridos y obligándolos a retirarse hacia la zona de Amra, al sur de la ciudad.

De acuerdo con el corresponsal de Al Mayadeen, a raíz de estas pérdidas, surgieron dudas sobre si el "ejército" ocupante intentaría otra vez avanzar sobre la localidad o abandonaría el intento, como ocurrió en la primera confrontación.

En este contexto, el viernes salieron vehículos blindados israelíes hacia la zona de Wata Khiam, en dirección a la frontera.

Durante la misma jornada, Hizbullah atacó en ocho ocasiones con aviones no tripulados y misiles las concentraciones agresoras en los márgenes orientales de Khiam.

En el sur, los combatientes también enviaron misiles contra un tanque Merkava apostado cerca de la prisión de Khiam, y causó bajas entre la tripulación enemiga.

Con esta acción, el número de vehículos de guerra destruidos a manos de Hizbullah desde el 17 de septiembre ascendió a 51.

Por otro lado, la aviación sionista cortó nuevamente la carretera Khardali, que conecta las áreas de Marjeyoun y Nabatiyeh.

En su intento por avanzar hacia Khiam, el "ejército" agresor intentó rodear la localidad desde sus flancos, en dirección a Ibl al-Saqi y las zonas circundantes.

Sin embargo, Hizbullah atacó esas maniobras a pesar del fuego de cobertura por parte de las fuerzas contrarias.

También en la zona este, en el triángulo Khiam-Kfarkala-Deir Mimas, el "ejército" opuesto intentó avanzar desde Tel Nahas, cerca de Kfarkala, hacia Deir Mimas, y recibieron los misiles y la artillería de Hizbullah en tres ocasiones.

En el sector occidental, los desafíos de los combatientes se centraron en las localidades de Shamaa, Al-Jabin y Yarine. Mientras, en Tel Armis, al oeste de Shamaa, los contrarios recibieron dos embestidas y una de ellas destruyó otro tanque.

La batalla continuó en Yarine, y Hizbullah envió drones suicidas hacia otro grupo de soldados israelíes.

A última hora de este viernes y primeras del sábado, los enemigos intentaron expandir su control en la localidad de Al-Jabin, pero fueron repelidas por los combatientes libaneses que les destruyeron otro tanque Merkava y causaron bajas entre los soldados.

En tanto, el grupo político militar ejecutó este viernes otros diez ataques contra tres bases militares: la de Shraga, al norte de Akka; el puesto de alerta temprana Yisraeli, en el monte Hermón; y el sitio Haboushit, en la cima de la montaña Hermón.

También atacaron cinco concentraciones militares israelíes en los asentamientos de Saasaa, Malikiyeh, Manara, Zarait, Shomera y el asentamiento de Ramot Naftali.

Hizbullah llevó a cabo tres operaciones contra la profundidad estratégica, dos de ellas en la ciudad ocupada de Haifa, donde atacaron la base técnica dependiente de la Fuerza Aérea israelí y que alberga una escuela de entrenamiento.

Además, embistieron la base naval de Stella Maris, encargada de la vigilancia y control en la costa norte, al noroeste de Haifa y lanzó otros misiles hacia la zona de Safed.