Traducido por el equipo de SOTT.net

Toda la superficie del núcleo interno, o pequeñas porciones del mismo, podrían estar hinchándose y contrayéndose.
Earth's Inner Core
© vchal/iStock/Getty Images PlusLa superficie del núcleo interno sólido de la Tierra, que gira dentro del núcleo externo líquido, podría estar cambiando.
WASHINGTON, D.C. - El núcleo interno de la Tierra, una bola de metal sólido que gira dentro del núcleo externo fundido, podría estar ralentizándose y cambiando de forma.

Análisis recientes de las ondas sísmicas han sugerido que, hace unos 15 años, la rotación del núcleo interno podría haberse ralentizado tanto que pareció detenerse o invertir su dirección con respecto a la superficie. Pero un nuevo análisis sugiere que algo más debe estar cambiando en el centro de la Tierra.

El geofísico John Vidale, de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, informó el 9 de diciembre en una reunión de la Unión Geofísica Americana que la explicación más probable es que el núcleo interno no sólo está girando de forma diferente, sino que su superficie también se está transformando. El hallazgo podría ayudar a resolver un antiguo debate sobre lo que está cambiando en el núcleo interno.

Ningún instrumento puede sondear físicamente el núcleo de la Tierra. Por eso, los investigadores lo estudian utilizando las ondas sísmicas de los terremotos. Los científicos suelen utilizar los seísmos que se producen en las islas Sandwich del Sur, cerca de la Antártida, que se encuentran en el lado opuesto del planeta respecto a las baterías de instrumentos de Alaska. Las ondas sísmicas viajan por el planeta como las ondas de un sonar a través del agua, y algunas atraviesan el núcleo interno en su camino hacia Alaska. Allí, los instrumentos registran las ondas en forma de ondas irregulares, que contienen información sobre lo que las ondas han encontrado en su viaje a través de la Tierra.

Para detectar con precisión los cambios en el núcleo interno, los investigadores comparan seísmos de tamaño similar ocurridos en el mismo lugar pero en momentos distintos. Estos temblores gemelos, conocidos como dobletes, deberían generar las mismas formas de onda si sus viajes a través de la Tierra fueran idénticos. Pero los investigadores han observado que algunos temblores dobles en las Islas Sandwich del Sur generan formas de onda diferentes en Alaska, lo que indica que algo en el núcleo interno ha cambiado entre las fechas en que se produjeron los dos temblores de esos temblores dobles.

En 2023, los geofísicos informaron que las diferencias en la forma de las ondas se debían a que la rotación del núcleo interno se había ralentizado tanto que parecía haberse detenido -o incluso invertido- con respecto a la superficie en algún momento alrededor de 2009 (SN: 1/23/23). A principios de este año, el equipo de Vidale confirmó la inversión. Pudieron cotejar algunas formas de onda antes y después del giro, identificando momentos en los que el núcleo interno había retomado una orientación anterior hacia la superficie (SN: 25/6/24).

Para el nuevo estudio, Vidale y sus colegas analizaron unos 200 pares de terremotos ocurridos entre 1991 y 2024. Examinaron pares de ondas coincidentes de antes y después de la inversión, registradas en dos conjuntos de receptores distintos situados cerca de Fairbanks (Alaska) y Yellowknife (Canadá).

Curiosamente, 10 dobletes mostraron sutiles diferencias en las formas de onda en Yellowknife que no estaban presentes en las formas de onda de Fairbanks. El equipo sabía que las ondas que llegan a estas estaciones, separadas por unos 1.600 kilómetros, recorren caminos ligeramente distintos a través de la Tierra: Las ondas que llegan a Fairbanks penetran profundamente en el núcleo interno, mientras que las que llegan a Yellowknife rozan su exterior.

«La explicación más sencilla es la deformación del núcleo interno poco profundo», afirma Vidale.

Es posible que todo el núcleo interno en forma de geoide se esté deformando, como un balón de fútbol que se remodela para que sus extremos apunten en dos nuevas direcciones. Otra posibilidad, dice, es que algunas partes de la superficie del núcleo interno se estén hinchando o contrayendo. Sería como si se formaran pequeños bultos y abolladuras en el balón metafórico. También es posible que ambos procesos estén ocurriendo. Estos cambios podrían deberse a la atracción gravitatoria del manto -la mayor capa interna de la Tierra- o al material que fluye en el núcleo externo, afirma Vidale.

Esta no es la primera vez que los investigadores informan de cambios en la superficie del núcleo interno a lo largo del tiempo. En 2006, el geofísico Lianxing Wen, de la Universidad Stony Brook de Nueva York, informó que algunas partes de la superficie de la región pueden elevarse o hundirse cientos de metros por década, posiblemente debido al material que sale del núcleo interno a medida que se enfría. Pero a diferencia de Vidale, Wen y colegas como el geofísico Xin Zhang, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei, sostienen que el núcleo interno no gira de forma diferente a la Tierra. «Los cambios superficiales pueden explicar plenamente todos los resultados», afirma Zhang.

El geofísico Xiaodong Song, de la Universidad de Pekín, que fue uno de los primeros en afirmar que el núcleo interno gira de forma distinta al resto del planeta, coincide en general con las conclusiones de Vidale. Aunque es probable que las diferencias en la forma de las ondas se deban sobre todo a cambios en la rotación, también pueden estar ocurriendo otros procesos, como cambios en la superficie, afirma. «No es una cosa o la otra».

En cuanto a cómo afecta todo esto a la vida en la Tierra, «no sabemos si esto va a afectar a algo en la superficie», dice Vidale. «Pero no podemos asegurarlo hasta que descubramos qué está ocurriendo».