Por varias razones, guardo en mi nevera, cuando tengo nevera, casi siempre un trozo de raíz de jengibre crudo para roerlo, luego tragar el jugo y escupir la cáscara fibrosa - una experiencia vigorizante, sólo ligeramente torturadora, que realmente abre las cavidades sinusales y hace que uno se sienta vivo.
No suelo dedicar ningún pensamiento a masticar jengibre, ya que a estas alturas es un hábito bien desarrollado.
Pero me planteé explorar el tema cuando llegué a Bangkok después de un tiempo fuera y empecé a incluir abundantemente en mi dieta comida callejera absolutamente plagada de glutamato monosódico (GMS).
A pesar de las numerosas publicaciones científicas que señalan que el glutamato monosódico es una neurotoxina, los vendedores tailandeses lo compran por kilos y lo echan en casi todo porque creen que sabe aroi (bien).
Por supuesto, siempre se puede pedir educadamente que eliminen el glutamato («mai sai pong choo-lot, khrup»).
Asentirán y sonreirán para guardar las apariencias, y es muy probable que lo echen de todos modos, al típico estilo tailandés.
Las probabilidades de evitar el glutamato monosódico pueden aumentar ligeramente si les dices que eres alérgico, porque no querrán tener un farang anafiláctico en sus manos, con todas las entrevistas policiales y las historias de los medios de comunicación locales que eso conlleva.
Pero sólo marginalmente.
Resulta, sin embargo, que el jengibre ejerce unos efectos neuroprotectores tremendamente impresionantes contra los estragos del glutamato monosódico al reducir la inflamación mediada por el sistema inmunitario.
Vía Journal of Food Biochemistry (énfasis añadido):
«Se ha sugerido que la administración crónica de glutamato monosódico (GMS) como potenciador del sabor produce toxicidad, inflamación y cambios premalignos en los órganos. El jengibre tiene efectos protectores, con una potente actividad antiinflamatoria y antifibrótica frente a la administración de GMS. Este estudio es el primero que informa que el jengibre moduló los efectos inflamatorios y fibróticos del GMS y mejoró los índices inmunológicos, lo que refleja la implicación de los marcadores inflamatorios y fibróticos y el contenido de polisacáridos en la activación de los macrófagos. Estos hallazgos apoyan el uso futuro del jengibre como suplemento para la mejora de la comida y como agente antifibrótico, antiinflamatorio y terapéutico en terapias farmacéuticas contra enfermedades autoinmunes e inflamatorias, como la artritis reumatoide, el lupus y la colitis ulcerosa, así como las enfermedades inflamatorias asociadas al GMS.»A diferencia de la jibby-jab (N.del T.: vacuna Covid), hay pruebas científicas reales, no mitología fabricada por Pfizer - que no puede patentar el jengibre (todavía) y por lo tanto no tiene ningún interés en utilizar a sus científicos prostitutos para producir hallazgos beneficiosos a través de ensayos amañados - de que el jengibre podría realmente hacer algo por los infectados de COVID para reducir las estancias hospitalarias.
Vía Nutrition & Metabolism (énfasis añadido):
«Este es el primer ensayo clínico centrado en el efecto del suplemento de jengibre sobre la manifestación clínica, evaluada como la duración de las estancias hospitalarias, de individuos hospitalizados con COVID-19. Se observó una mejora significativa en el tiempo de hospitalización en respuesta al suplemento de jengibre. Una posible explicación del efecto beneficioso observado del suplemento de jengibre sobre la duración de la estancia hospitalaria de los participantes en el estudio podría ser el micro-ARN exosomal derivado del jengibre, que ha demostrado inhibir la inflamación pulmonar causada por la COVID-19 tanto en estudios in vitro como in vivo.»Los gingeroles, llamados así porque estos compuestos se encuentran de forma exclusiva en la raíz de jengibre, ejercen específicamente estos efectos antiinflamatorios.
Vía Herbal Medicine: Aspectos Biomoleculares y Clínicos (énfasis añadido):
«El jengibre no es sólo un condimento dietético extremadamente popular utilizado para dar sabor a los alimentos, sino también una hierba que se ha utilizado durante miles de años como hierba medicinal para tratar una variedad de dolencias. Los análisis químicos y metabólicos han revelado que el jengibre comprende cientos de compuestos y metabolitos. Los componentes bioactivos más estudiados son los gingeroles y los shogaoles, especialmente el [6]-gingerol y el [6]-shogaol, respectivamente....*Como ya he explorado anteriormente, la supuesta amenaza existencial para la salud que supone el colesterol alto parece cada año más concluyentemente ser mitología de la industria farmacéutica, especialmente la correlación directa entre los niveles altos de LDL y el riesgo de infarto de miocardio.
Los datos de las investigaciones indican que el jengibre y sus componentes se acumulan en el tracto gastrointestinal, lo que respalda las numerosas observaciones sobre la eficacia del jengibre como agente contra las náuseas y como posible compuesto preventivo del cáncer de colon. El jengibre actúa como un potente antioxidante in vitro y ex vivo, pero los datos no son evidentes para su aplicación in vivo y faltan dianas y mecanismos específicos. El jengibre parece ejercer efectos antiinflamatorios al suprimir la COX-2 con la consiguiente inhibición de la biosíntesis de prostaglandinas y leucotrienos. Por otra parte, los datos que respaldan la eficacia del jengibre para aliviar el dolor y la inflamación asociados a la artritis son algo contradictorios. El uso más común del jengibre es aliviar los vómitos y las náuseas asociados al embarazo, la quimioterapia y algunos tipos de cirugía. Los datos clínicos indican indudablemente que el jengibre es al menos tan eficaz, y puede que mejor, que la vitamina B6 en el tratamiento de estos síntomas. Una vez más, faltan mecanismos, pero ningún informe indica que el jengibre tenga efectos secundarios adversos o que pueda empeorar la enfermedad en mujeres embarazadas o pacientes. El interés por el jengibre como agente anticancerígeno ha aumentado notablemente en los últimos años y se ha identificado una diana proteica directa en el cáncer de colon. El jengibre también parece reducir el colesterol y mejorar el metabolismo de los lípidos*, contribuyendo así a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.»
Pero mejorar el metabolismo de los lípidos suena muy bien.
Y también lo es no tener que ir a un hospital ni a ningún centro sanitario de primera línea por COVID-19, o morir a causa del delicioso glutamato monosódico tailandés de la calle.
Ben Bartee
Ben Bartee es un periodista, escritor, ensayista político, investigador, bloguero de viajes y filósofo aficionado estadounidense afincado en Bangkok, con pulgares oponibles. Sigue sus artículos en Substack. También puedes seguirlo en Twitter.
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