Traducido por el equipo de SOTT.net

Por si alguien todavía tiene dudas, dos ex exreporteros de Politico acaban de confirmar hasta dónde llegaron los medios de comunicación para proteger a Joe Biden antes de las elecciones presidenciales de 2020.
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© AP
Es una prueba sólida de que no se puede confiar en estos medios de comunicación.

En un podcast de esta semana, Mark Caputo, de Axios, y Tara Palmeri, de Puck, revelaron que Politico eliminó o se resistió intencionadamente a publicar noticias negativas sobre Biden y su hijo, citando, por ejemplo, su limitada cobertura de la exclusiva de The Post en vísperas de las elecciones sobre el portátil de Hunter Biden.

Los medios de comunicación desestimaron la historia del portátil de Hunter porque:

«Politico hizo ese terrible y desafortunado titular: 51 agentes de inteligencia, o exagentes de inteligencia, dicen que el portátil de Hunter Biden era desinformación», recordó Caputo.

«Resulta que la historia estaba más cerca de la desinformación, porque el portátil de Hunter Biden parecía ser cierto».

Caputo le dijo a su editor que el medio necesitaba «escribir sobre el portátil de Hunter Biden», pero recibió instrucciones, por órdenes de «arriba» en Politico, de no hacerlo: «No escribas sobre el portátil. No hables sobre el portátil. No tuittees sobre el portátil», le dijeron.

Así que «lo único que Politico acabó escribiendo fue ese artículo que lo calificó de desinformación».

Caputo también citó su reportaje de 2019 sobre un embargo fiscal que Hunter obtuvo por sus ingresos de Burisma. «Los editores acabaron con esa historia. Y no dieron ninguna explicación». Poltico no fue el único.

Y no se crean la excusa de los medios de comunicación de que necesitaban precisar todos los hechos antes de publicarlos o que estaban cautelosos, después de la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.

The Post logró confirmar los hechos, y todos resultaron ser ciertos. La mayoría de los medios de comunicación ahora lo admiten, pero esperaron hasta mucho después de que Joe Biden estuviera en el cargo para hacerlo.

Los 51 espías que mintieron (exfuncionarios de inteligencia que firmaron una carta abierta en la que tachaban la exclusiva del portátil del Post de «operación de información rusa») dieron cobertura a los medios de comunicación.

Pero esa carta fue impulsada por la campaña de Biden (en particular, Antony Blinken) y claramente tenía la intención de influir en las elecciones.

Por eso es tan patético que el exjefe de la CIA John Brennan se queje de que el presidente Trump le haya retirado su autorización de seguridad y la de los demás espías.

Brennan se queja de que su declaración se limita a señalar que la historia del portátil «fue una de las señas de identidad de las operaciones de información rusas». Por favor.

Si estos veteranos de la inteligencia no estuvieran seguros de la implicación de Rusia y no estuvieran tratando de engañar al público, podrían haberlo comprobado con sus fuentes en el FBI, que ya habían verificado la autenticidad del portátil.

O simplemente se hubieran callado.

Brennan y compañía sabían exactamente lo que estaban haciendo. Así que Trump hizo muy bien en cancelar sus autorizaciones de seguridad. Es evidente que no se puede confiar en ellos.

El hecho es que ni los medios de comunicación ni estos espías han sido honestos con los estadounidenses. La victoria de Trump, a pesar de su intento de derrotarlo, sugiere que los estadounidenses lo saben.