Traducido por el equipo de SOTT.net

Una nutricionista australiana empezó a experimentar síntomas de fatiga y demencia tras mudarse a una nueva casa y más tarde le diagnosticaron una forma de Alzheimer. Finalmente, se descubrió que sus síntomas estaban relacionados con un importante crecimiento de moho causado por fugas de agua en la casa. Los medios de comunicación australianos se hicieron eco de este caso en 2022.
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© amedeoemaja/Shutterstock
El moho en la casa puede actuar como posible desencadenante de la enfermedad de Alzheimer, aunque esta afirmación sigue siendo tema de debate entre los expertos. Algunos investigadores en microbiología sugieren que las infecciones por moho no tratadas en sus primeras fases podrían perjudicar la función cerebral.

En el programa «Salud 1+1», el profesor Shao-Hung Wang, Presidente del Departamento de Microbiología, Inmunología y Biofarmacia de la Universidad Nacional Chiayi de Taiwán, habló de los peligros del moho doméstico, los métodos para controlar la humedad interior y prevenir la aparición de moho, y consideraciones importantes a la hora de utilizar desinfectantes.

Un posible desencadenante de la enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer de aparición temprana se caracteriza por la acumulación de placas beta-amiloides, mientras que la de aparición tardía se caracteriza por la formación de ovillos neurofibrilares y muerte neuronal, explicó Wang. Las infecciones cerebrales causadas por virus, bacterias u hongos pueden desencadenar una inflamación que provoque una atrofia cerebral gradual y pueda desembocar en la enfermedad de Alzheimer.

Un estudio identificó varias especies de hongos en el cerebro de pacientes con Alzheimer. Los investigadores creen que la inhalación a través del sistema olfativo es la vía de exposición más probable.

Moho es un término general para designar ciertos hongos filamentosos. Si la exposición al moho no se trata con prontitud, puede provocar daños cerebrales importantes e incluso afectar gravemente a la corteza cerebral, señaló Wang. La corteza cerebral es crucial para funciones como la memoria, la cognición, el pensamiento y el lenguaje.

Según un estudio, la inhalación de moho puede alterar el procesamiento cognitivo de distintas maneras, y la exposición a moho tóxico y no tóxico en ratones puede provocar diversos problemas cognitivos y emocionales.

Efectos neurológicos del moho

El criptococo es un tipo de hongo que puede infectar el cerebro. Las infecciones por criptococos pueden manifestarse de dos maneras, según Wang:
  • Meningitis criptocócica: El criptococo puede infectar las membranas que rodean el cerebro, lo que puede provocar daños permanentes e irreversibles en el tejido cerebral. Si se detecta precozmente, puede restablecerse parcialmente la función cerebral mediante medicación o extirpación quirúrgica de las zonas afectadas.
  • Infección asintomática: Algunas cepas de Cryptococcus pueden no causar síntomas perceptibles en las primeras fases. Sin embargo, la infección puede reactivarse cuando el sistema inmunitario está debilitado, y puede desarrollarse una inflamación cerebral crónica, que puede provocar daños cerebrales difíciles de tratar en el momento en que se detectan.
Síntomas de la exposición al moho

Los mohos comunes no afectan demasiado a las personas con una función inmunitaria normal, señaló Wang. La respuesta más típica a la exposición al moho es una reacción alérgica, con síntomas como estornudos, secreción nasal y congestión nasal.
Sin embargo, en personas con un sistema inmunitario debilitado, incluso las esporas de hongos menos tóxicos pueden causar infecciones graves.
Las infecciones por moho pueden clasificarse en tres tipos:
  • Infecciones superficiales: Incluyen afecciones cutáneas como la tiña (tinea corporis) y el pie de atleta (tinea pedis). Estas infecciones pueden tratarse con medicación y no suelen plantear problemas graves.
  • Infecciones sistémicas: Cuando el sistema inmunitario está debilitado o el uso prolongado de antibióticos ha alterado el equilibrio de las bacterias beneficiosas, hongos como la Candida, que normalmente están presentes en la piel o dentro del organismo, pueden proliferar y entrar en el torrente sanguíneo, provocando infecciones sistémicas.
  • Infecciones exógenas: Los hongos del medio ambiente, como ciertas cepas de Cryptococcus, pueden infectar a los seres humanos, a menudo a través del contacto con excrementos de aves. Estas infecciones son especialmente perjudiciales para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, los recién nacidos o los ancianos.
Si entra en contacto con excrementos de aves al aire libre, es importante manipularlos con cuidado, aconseja Wang. Utilice toallitas desinfectantes o papel de cocina empapado en alcohol o desinfectante para cubrir y retirar los excrementos.

Después, rocíe la zona con alcohol para una desinfección inicial, sumerja la ropa contaminada en lejía y lávela a fondo en la lavadora. Para quienes tengan aves en casa, se recomienda llevar gafas y mascarilla mientras se limpia la jaula para protegerse de una posible exposición.

¿Cómo identificar una infección fúngica que requiere atención médica? La tiña puede causar picor y aparecer como una erupción blanquecina e irradiada centrada en una mancha, explica Wang. En estos casos, lo mejor es consultar a un dermatólogo. Si no tiene esta erupción pero experimenta fiebre o tos persistentes, tenga en cuenta su historial de viajes y exposición y consulte a un médico de familia.

Medir la humedad interior

Un ambiente cálido y húmedo es ideal para el crecimiento del moho. Wang sugiere los siguientes métodos para evaluar si la humedad de su entorno es demasiado alta:
  • Instale un higrómetro en una zona bien ventilada. Si la lectura supera el 80 por ciento, indica una humedad elevada.
  • Examine los sellantes de silicona en zonas húmedas y mal ventiladas. La presencia de manchas negras probablemente indica un exceso de humedad.
  • Compruebe si la superficie de los muebles de madera o chapados presenta manchas negras o crecimiento de hongos en las zonas rugosas, ambos signos de humedad elevada.
  • Los textiles como el cuero, el algodón y la lana son propensos al crecimiento de hongos. Un olor a moho al abrir el armario es un signo claro de alta humedad.
Si descubre hongos negros, blancos o de otro color debajo de la alfombra o en la parte inferior de un colchón que no se ha movido en años, sugiere que el ambiente de su casa es demasiado húmedo, señaló Wang.

Métodos de prevención del moho

Encender el aire acondicionado no siempre reduce la humedad. Para quienes viven en zonas subtropicales húmedas, Wang aconsejó utilizar un deshumidificador en casa. También esbozó tres métodos clave para la prevención del moho:
  • Colocar ventiladores o circuladores de aire en zonas bien ventiladas para que el aire circule.
  • Utilice un deshumidificador para mantener la humedad interior entre el 40 y el 60 por ciento, lo que ayuda a prevenir la aparición de moho.
  • Abra regularmente las puertas de los armarios y utilice absorbentes de humedad, como láminas o cajas deshumidificadoras, para reducir la humedad.
Una casa que ha estado desocupada durante mucho tiempo puede desarrollar un olor a humedad. Wang recomienda ventilar el espacio abriendo las ventanas y utilizando un extractor en la cocina. También sugiere mantener abiertas las ventanas de la cocina y el baño, así como otras puertas y ventanas, para garantizar una circulación de aire adecuada y ayudar a expulsar la humedad.

Consejos para utilizar desinfectantes

Si encuentra moho en su casa, puede utilizar desinfectantes o lejía diluida para limpiarlo, pero la eliminación completa puede ser un reto. Aunque el bicarbonato de sodio crea un entorno alcalino que inhibe el crecimiento del moho, no lo elimina por completo. El paso más importante es mantener la humedad por debajo del 60%, ya que así se evita eficazmente la proliferación generalizada de moho, afirma Wang.Es esencial tener precaución al utilizar desinfectantes, ya que pueden tener efectos adversos para el sistema respiratorio. Wang proporcionó dos consejos clave a tener en cuenta:
  • Garantizar la seguridad de los desinfectantes: Elija los desinfectantes con cuidado, asegurándose de que están aprobados por los organismos locales y de que cuentan con un seguro de responsabilidad civil del producto.
  • Utilícelos en una zona bien ventilada: Abra las ventanas cuando utilice desinfectantes y siga ventilando la zona después, ya que estos productos químicos pueden permanecer en el ambiente.