Traducido por el equipo de SOTT.net

Un equipo internacional de científicos de la Tierra y de la vida, hidrólogos, químicos y físicos, ha hallado pruebas que demuestran que la supererupción de Los Chocoyos se produjo hace aproximadamente 79.500 años y que el planeta se recuperó de sus escalofriantes efectos en cuestión de décadas.
Marine Sediment
© Communications Earth & Environment (2025). DOI: 10.1038/s43247-025-02095-6Análisis geoquímico de los óxidos principales de los fragmentos de tefra de núcleos de hielo y sedimentos marinos analizados que se correlacionan con las cenizas del LCY.
En su artículo publicado en la revista Communications Earth & Environment, el grupo describe cómo estudiaron muestras de núcleos de hielo obtenidas en lugares de Groenlandia y la Antártida para conocer mejor el impacto global de la antigua erupción volcánica.

Pruebas anteriores han demostrado que hace decenas de miles de años se produjo una erupción masiva en lo que hoy es el sistema volcánico de Atitlán, en Guatemala, que arrojó cenizas muy lejos en la atmósfera. Se cree que se emitió tanta ceniza que ello provocó una era glacial. Hoy en día, la erupción se conoce como la supererupción de Los Chocoyos.

El equipo de investigación quería saber más sobre el impacto global de la erupción, así que se aventuró a Groenlandia y la Antártida para obtener núcleos de hielo que sabían que revelarían las condiciones atmosféricas en el momento de la erupción y en los años posteriores.

Al estudiar las capas de material de los núcleos de hielo, los investigadores pudieron calcular que la erupción se había producido hace aproximadamente 79.500 años - fue entonces cuando la ceniza del volcán llegó a los lugares de donde procedían los núcleos de hielo. También observaron que la erupción había sido catastrófica: la cantidad de ceniza emitida había provocado cambios globales, como un enfriamiento y la pérdida de luz solar. Pero también constataron que la ceniza se disipó, lo que permitió al planeta volver a su estado anterior en sólo un par de décadas, tiempo insuficiente para desencadenar una edad de hielo.

Los investigadores afirman que su trabajo cambia radicalmente la comprensión de lo que ocurrió durante y después de la supererupción de Los Chocoyos y también cuestiona las teorías que sugieren que futuras supererupciones podrían desencadenar una nueva edad de hielo, posiblemente acabando con la raza humana. El equipo tiene previsto proseguir sus investigaciones para estudiar el impacto de otras supererupciones en el pasado remoto, con el fin de ayudar a predecir mejor el impacto de futuras ocurrencias.