Bajo el cambio de las relaciones entre EE.UU. y Rusia, hay actualmente algunas especulaciones sobre la dirección de las relaciones entre China y Rusia. Es importante compartir algunos hechos sobre la relación China-Rusia para exponer la falsedad de estas especulaciones.
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Son socios estratégicos desde 1996. Participaron en la formación de los Cinco de Shanghái, también en 1996, que más tarde evolucionó hasta convertirse en la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), uno de los motores del orden mundial multipolar. China y Rusia firmaron entonces, en 2001, el Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa.
China y Rusia son también miembros fundadores de los BRICS, que funciona como complemento económico-financiero del papel de la OCS en la aceleración de los procesos multipolares en todo el mundo. Aparte de la cofundación de estas dos instituciones, las otras manifestaciones tangibles de sus relaciones estratégicas son comercio y cooperación técnico-militar. El comercio comprende sobre todo productos comerciales, tecnología y energía, incluida la cooperación en materia de energía nuclear.
El 21 de enero, el presidente ruso, Vladímir Putin, elogió su comercio bilateral récord de casi 245.000 millones de dólares el año pasado durante una llamada con el presidente chino, Xi Jinping, en la que también señaló que China ha seguido siendo el principal socio comercial de Rusia y el mayor consumidor de recursos naturales rusos. Esta relación es mutuamente beneficiosa y por eso ambos líderes se comprometieron a seguir ampliando su comercio bilateral, que continuará diversificándose en consonancia con las tendencias económicas contemporáneas.
Los lazos políticos entre China y Rusia son igual de estrechos. Cooperan en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en asuntos de importancia mundial, siguen trabajando juntos en los motores multipolares complementarios de la OCS y los BRICS para acelerar los procesos asociados, y también coordinan sus políticas en el G20.
Como grandes países responsables, están reformando conjuntamente el sistema internacional de forma pacífica para que sea más igualitario y justo para todos los países, especialmente los medianos y pequeños.
Esta visión compartida del mundo y el modus vivendi que han formado en el espíritu de su asociación estratégica de más de un cuarto de siglo son el núcleo de sus relaciones contemporáneas. Putin informó a Xi el 24 de febrero sobre los contactos entre Rusia y EE.UU. que acababan de tener lugar en Riad, la capital saudí. Sus países no sólo están muy unidos a nivel gubernamental y de la sociedad civil, sino que sus líderes también son amigos íntimos, y se han reunido en más de 40 ocasiones.
Esto hace imposible "desunir" a China y Rusia, pero la administración estadounidense parece estar intentando alcanzar este objetivo, para lo cual está mostrando un sorprendente grado de flexibilidad hacia el conflicto de Ucrania en un intento de atraer a Putin.
Hay quien sugiere que Washington espera, al parecer, que la nueva interacción estadounidense con Rusia en torno a la crisis ucraniana se vea correspondida por un replanteamiento ruso de su cooperación con EE.UU. en relación con China.
Sin embargo, las relaciones entre EE.UU. y Ucrania y entre China y Rusia son incomparables, ya que la primera es entre un socio mayoritario y uno menor, mientras que la segunda es entre verdaderos iguales. Así, EE.UU. está en condiciones de coaccionar a Ucrania para que haga concesiones a Rusia, mientras que Rusia no está en condiciones de coaccionar a China para que haga concesiones a EE.UU., ni Rusia perjudicará sus propios intereses distanciándose de China a cambio de las mencionadas concesiones sobre Ucrania. Por tanto, la idea de un trueque carece de lógica.
Dadas las sólidas relaciones estratégicas entre China y Rusia, es inimaginable que Rusia no ofrezca a China la oportunidad de asociarse con ella en esos proyectos. La asociación estratégica integral de coordinación China-Rusia seguirá fortaleciendo y acelerando los procesos multipolares, independientemente de cómo termine el conflicto de Ucrania.
Comentario: Dicho todo esto, los esfuerzos de Trump para poner fin a la crisis mundial no serán ignorados ni menoscabados.