Traducido por el equipo de SOTT.net

Los cambios climáticos bruscos y drásticos ocurren de forma natural. Los científicos descubren que el Sáhara pasó de ser verde a estar reseco en cuestión de décadas.

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La afirmación de que las emisiones humanas están provocando un cambio drástico y brusco del clima se utiliza para infundir miedo entre la población. Sin las emisiones humanas, el clima seguiría cambiando, pero de forma mucho más tranquila y gradual, según quieren hacernos creer.

Pero cualquiera que haya estudiado la historia del clima sabe que los cambios climáticos tienden a producirse de forma abrupta, a menudo en el transcurso de unas pocas décadas.

Un ejemplo es el Sáhara, que no siempre fue un desierto. Los árboles y las praderas dominaron el paisaje desde hace aproximadamente 10.000 años hasta hace 5.000 años, según informaron los científicos en un artículo publicado en 2013. «Entonces, bruscamente, el clima cambió y el norte de África comenzó a secarse».

El estudio publicado en Science afirma que todo ocurrió en unos pocos cientos de años.

Según los autores: «Nuestro análisis sugiere que la terminación del Periodo Húmedo Africano en el Cuerno de África se produjo en cuestión de siglos, lo que subraya la no linealidad del hidroclima de la región.»

Se cree que el cambio sahariano fue provocado inicialmente por una mayor incidencia de la luz solar en el hemisferio norte de la Tierra, debido a un cambio en la orientación cíclica de la Tierra hacia el sol. No tuvo nada que ver con las emisiones de CO2 ni con las actividades humanas. Todo fue natural.

El hombre tiene un impacto, pero el cambio real sigue siendo muy natural y todavía hoy se entiende muy mal. Realizar rituales de alteración del clima no hará que la Madre Naturaleza sea más dócil.