Traducido por el equipo de SOTT.net

El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., dijo el lunes que planea decirle pronto a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que dejen de recomendar la fluoración en las comunidades de todo el país, y agregó que está reuniendo un grupo de trabajo para centrarse en el tema.
rfk
© AP/ Melissa Majchrzak
También el lunes, la Agencia de Protección Medioambiental anunció que está revisando «nueva información científica» sobre los posibles riesgos para la salud del flúor en el agua potable.

Kennedy informó a The Associated Press de sus planes tras una conferencia de prensa en Salt Lake City.

El mes pasado, Utah se convirtió en el primer estado en prohibir el flúor en el agua potable pública, superando la oposición de dentistas y organizaciones sanitarias nacionales que advertían que la medida provocaría problemas médicos que afectarían desproporcionadamente a las comunidades de bajos ingresos.

El gobernador republicano Spencer Cox firmó una ley que prohíbe a las ciudades y comunidades decidir si añaden a sus sistemas de agua el mineral que previene las caries. Los sistemas de agua de todo el estado deben cerrar sus sistemas de fluoración antes del 7 de mayo.

Kennedy elogió a Utah por emerger como «el líder en hacer que América vuelva a ser saludable». Estaba flanqueado por líderes legislativos de Utah y el patrocinador de la ley estatal sobre el flúor. «Estoy muy, muy orgulloso de este estado por ser el primero en prohibirlo, y espero que muchos más lo hagan», dijo.

El administrador de la EPA, Lee Zeldin, que compareció junto a Kennedy en la conferencia de prensa, dijo que su agencia estaba iniciando un nuevo examen de los estudios científicos sobre los posibles riesgos para la salud del flúor en el agua potable para ayudar a informar de cualquier cambio en las normas nacionales.

«Cuando finalice esta evaluación, dispondremos de una base científica actualizada que servirá de referencia para los futuros pasos de la agencia», declaró Zeldin. «El Secretario Kennedy lleva mucho tiempo al frente de esta cuestión. Su defensa fue fundamental en nuestra decisión de revisar los riesgos de la exposición al flúor y estamos comprometidos a trabajar junto a él, utilizando la ciencia sólida a medida que avanzamos en nuestra misión de proteger la salud humana y el medio ambiente.»

Según los CDC, el flúor fortalece los dientes y reduce las caries al reponer los minerales perdidos durante el desgaste normal. En 1950, las autoridades federales aprobaron la fluoración del agua para prevenir la caries dental, y en 1962 establecieron directrices sobre la cantidad que debía añadirse al agua.

Kennedy, antiguo abogado medioambiental, ha calificado el flúor de «neurotoxina peligrosa» y ha dicho que también se ha relacionado con la artritis, las fracturas óseas y las enfermedades tiroideas. Algunos estudios han sugerido que podrían existir tales vínculos, normalmente con niveles de flúor superiores a los recomendados, aunque algunos revisores han cuestionado la calidad de las pruebas disponibles y han afirmado que no se pueden extraer conclusiones definitivas.

El flúor puede proceder de diversas fuentes, pero el agua potable es la principal para los estadounidenses, según los investigadores. Casi dos tercios de la población estadounidense recibe agua potable fluorada, según datos de los CDC. La adición de bajos niveles de flúor al agua potable se consideró durante mucho tiempo uno de los mayores logros en materia de salud pública del siglo pasado.

Alrededor de un tercio de los sistemas de agua comunitarios -17.000 de 51.000 en todo EE.UU.- que abastecen a más del 60% de la población fluoran su agua, según un análisis de los CDC de 2022. La agencia recomienda actualmente 0,7 miligramos de flúor por litro de agua.

Pero con el tiempo, los estudios han documentado problemas potenciales. El exceso de flúor se ha asociado a la aparición de rayas o manchas en los dientes. Los estudios también han establecido una relación entre el exceso de flúor y el desarrollo cerebral.

Un informe del año pasado del Programa Nacional de Toxicología del gobierno federal, que resumía estudios realizados en Canadá, China, India, Irán, Pakistán y México, concluyó que beber agua con más de 1,5 miligramos de flúor por litro -más del doble del nivel recomendado en EE.UU.- se asociaba con un menor cociente intelectual en los niños.