Traducido por el equipo de SOTT.netHan pasado casi 27 años desde que presenté mi primera petición de la Ley de Libertad de Información, o FOIA, sobre ovnis. Por aquel entonces tenía 15 años. Aquella solicitud desenterró un documento de cuatro páginas de la Agencia de Inteligencia de Defensa en el que se detallaba un suceso de 1976 en el que varios ovnis apagaron los paneles de comunicaciones e instrumentación de dos aviones F-4 Phantom iraníes. Las avanzadas capacidades de estos ovnis despertaron mi interés y, gracias a la FOIA, descubrí rápidamente que el incidente no era aislado.
Aprendí que había mucho más por descubrir en los archivos oficiales.
Mi sitio web,
The Black Vault, muestra miles de archivos OVNI que he recibido del gobierno. En general, los documentos apuntan a un fenómeno misterioso que el ejército y el gobierno de EEUU han luchado durante décadas por identificar adecuadamente. De hecho, parece que a menudo han mantenido al público en la oscuridad
utilizando diversas tácticas para bloquear legalmente o al menos prohibir severamente el acceso a algunos de estos registros que se remontan a la década de 1940.
Avanzamos rápidamente hasta diciembre de 2017, y ese secretismo
parecía estar levantándose. Un exoficial de inteligencia del gobierno, Luis Elizondo, salió de las sombras para hablar sobre su trabajo dirigiendo un estudio OVNI secreto del Pentágono.
Los políticos se interesaron, y se aprobaron leyes que ordenaban oficinas de investigación OVNI y audiencias en el Congreso. La intención era conseguir respuestas para el público.Cualquiera que estuviera interesado en el misterio se alegró de que el gobierno se lo tomara en serio, de que los militares tomaran medidas y de que fueran a compartir sus descubrimientos. Al menos, pensábamos que iban a compartir sus conclusiones.
Por desgracia,
la transparencia parece haber sido una fachada. Entre bastidores, algo se ha estado gestando durante años. Aunque los políticos hablaban abiertamente de lo que ahora se llaman Fenómenos Aéreos No Identificados/Fenómenos Anómalos No Identificados, o FANI, y los medios parecían tomárselo más en serio,
el gobierno estaba trabajando duro para bloquear la información relacionada con los FANI.
Comentario: Burchett apareció recientemente tanto en Project Unity como en Weaponized para hablar de su trabajo en el Congreso sobre ovnis: