El documento fue notable por la inserción de elementos de la realpolitik por encima del idealismo, y también por reconocer a Rusia y a China como rivales, caracterizándolos de la siguiente manera:
China y Rusia desafían al poder, la influencia y los intereses de Estados Unidos, intentando erosionar la seguridad y la prosperidad estadounidenses. Están decididos a hacer que las economías sean menos libres y menos justas, a aumentar sus ejércitos y a controlar la información y los datos para reprimir a sus sociedades y ampliar su influencia.
A través de formas modernizadas de tácticas subversivas, Rusia interfiere en los asuntos políticos internos de países de todo el mundo. Rusia utiliza las operaciones de información como parte de sus ofensivos esfuerzos cibernéticos para influir en la opinión pública de todo el mundo. Sus campañas de influencia combinan operaciones encubiertas de inteligencia y personalidades falsas en Internet con medios financiados por el Estado, intermediarios que actúan en nombre y por cuenta de terceros y usuarios o 'trolls' pagados en las redes sociales.