Imagen
© APUna tormenta solar empujó una aurora boreal bastante al sur, de manera inusual, sorprendiendo a expertos en clima espacial y entregando a deleitados observadores del cielo un regalo ...
Una tormenta solar empujó una aurora boreal bastante al sur, de manera inusual, sorprendiendo a expertos en clima espacial y entregando a deleitados observadores del cielo un regalo raro y espectacular.

Un fotógrafo cazador de tormentas capturó el extraño espectáculo celeste en Arkansas el lunes por la noche. Personas en Kentucky y Georgia reportaron sus observaciones a estaciones locales de televisión. Una cámara automatizada de la NASA que toma fotografías del cielo cada minuto en Huntsville, Alabama, capturó 20 minutos de la vibrante aurora boreal en tonos verdes y rojos.

"Son acontecimientos muy raros", comentó el científico de la NASA Bill Cooke, quien encontró las fotografías de la aurora boreal en el archivo de la cámara de Alabama y las colocó en la bitácora en internet del Centro de Vuelo Espacial Marshall. "No las vemos tan al sur tan a menudo", señaló.

Directivos del Centro de Pronóstico de Clima Espacial en Boulder, Colorado, una dependencia del gobierno federal, dijeron que estaban sorprendidos por el alcance que tuvo hacia el sur. El centro monitorea las tormentas solares, las cuales detonan las auroras boreales.

Bob Rutledge, director de pronóstico de clima espacial, dijo que dado el tamaño de la tormenta solar, las luces probablemente no debieron haber sido visibles al sur de Iowa. La tormenta sólo fue considerada como de tamaño "moderado", indicó.

Calificó la tormenta como inusual al llegar sus efectos a la Tierra ocho horas más rápido de lo pronosticado. Pero el momento fue casi perfecto para observarlo en Estados Unidos, agregó.

"El clímax de la intensidad ocurrió cuando estaba obscuro u obscureciendo en Estados Unidos, combinado con cielos despejados. Ciertamente tuvimos avistamientos significativos de aurora", dijo Rutledge.

Una aurora boreal inicia cuando una tormenta solar arroja viento magnético. Este choca con el campo magnético de la Tierra, comprimiéndolo. El choque excita electrones de oxígeno y nitrógeno. Cuando esos electrones estimulados se calman, emiten colores rojos y verdes, señaló Rutledge.

A menudo tormentas solares pueden ocasionar daño a satélites y plantas generadoras de electricidad. Esta no lo hizo, apuntó Rutledge.