La ola de frío que afecta a Europa se ha convertido este fin de semana en la más prolongada que ha vivido Bélgica en más de 70 años, con 14 días consecutivos de temperaturas en negativo en el centro del país.

Hoy se cumplen dos semanas en las que el mercurio no ha superado en ningún momento los 0 grados, aunque está previsto que mañana finalmente lo haga.

Según los medios locales, la anterior gran ola de frío, en enero de 1997, duró doce días, igual que la registrada 10 años antes.

Para encontrar un periodo más largo de temperaturas bajo cero hay que remontarse a 1941, cuando el termómetro se mantuvo en negativo entre el 1 y el 17 de enero.

Hoy (con una mínima de -10 y un máxima de -1 en el centro de Bélgica) será a priori el último día de esta gran ola de frío en el país.

Según las previsiones, mañana comenzarán a subir las temperaturas y la nieve que se espera hoy en algunas partes del territorio se transformará en lluvia.

Aunque con menor intensidad, se prevé que el frío siga golpeando Bélgica, por lo que las autoridades advierten de la posible presencia de hielo en las carreteras.

En los últimos días, la situación de los transportes se ha normalizado tras los importantes retrasos causados por la nieve y el hielo la pasada semana.

La ola de frío, además, causó a mediados de esta semana la muerte de tres ancianos.

Uno de los fallecidos fue encontrado en su domicilio de la costa muerto por el frío, otro sufrió un desmayo cerca de su hogar y el tercero cayó en unas aguas heladas.

Además, este fin de semana se ha encontrado en la localidad de Arbre (sur de Bélgica) el cadáver congelado de un recién nacido.

Según las primeras investigaciones, el bebé habría sido abandonado poco después de nacer y aún con vida.