Los países más afectados han sido Rusia, Ucrania, Polonia y Rumania, que concentran más de medio millar de fallecidos a causa de las bajas temperaturas.
650 muertos en Europa por ola de frío
© EFETemperaturas muy por debajo de los cero grados se han sentido en Rusia en las últimas semanas.
Más de 650 personas han muerto por el clima frío que azota Europa oriental, según los datos entregados este miércoles por las autoridades locales respectivas.

Desde finales de enero, la región ha registrado temperaturas gélidas récord, por lo que decenas de miles de personas han quedado atrapadas en sus casas y algunos poblados están incomunicados por la nieve que obstruye los caminos.

Tan sólo en Rusia y Ucrania se reportó el miércoles que más de 300 personas han muerto por el frío.

Unos cien automóviles averiados bloquearon una importante autopista en República Checa que conecta la capital, Praga, con el extremo oriental del país y con Eslovaquia.

En tanto, siete personas resultaron lesionadas en dos accidentes separados, dijeron las autoridades, y advirtieron que podrían pasar horas antes de que puedan retirar los vehículos.

Cerca de 40 autos chocaron durante una fuerte nevasca a 300 kilómetros al este de Praga, con saldo de dos heridos. Decenas de vehículos, entre ellos un autobús, chocaron en otro incidente al sureste de la capital checa, donde cinco personas resultaron heridas, de acuerdo con la televisora pública CT24.

Las autoridades rusas dijeron que 205 personas han muerto este año por el frío, mientras que Ucrania registra 112 decesos relacionados con el clima y Polonia 107. En tanto, siete personas han muerto en Rumania en las últimas 24 horas, con lo que el total nacional subió a 86.

En Lituania ha habido 23 muertes. Bulgaria, Estonia, Letonia, Serbia, Croacia, Montenegro y Eslovenia también reportaron fallecimientos por el frío.

En Rumania, unas 23.000 personas continúan incomunicadas en 225 comunidades donde más de una semana de nevadas ha bloqueado las carreteras y causado estragos en el sistema ferroviario.

Los pobladores temen que sus casas colapsen bajo el peso de la nieve y las autoridades pasan apuros para llevarles alimentos, agua, medicina y combustible.