Según sus cálculos, la órbita del asteroide con un diámetro de entre 40 y 95 metros, cruzará la órbita terrestre. Los astrónomos han calculado que el 15 de febrero de 2013, el asteroide va a pasar a solo 26.9 mil kilómetros de nuestro planeta, que es inferior a las órbitas de los satélites geoestacionarios(cerca de 35.000 kilómetros). Pulkovo Víctor Lvov, funcionario del Observatorio de kvazisputnikam en Rusia, dijo que el 2012 DA14 "pertenece" al tipo de asteroides que periódicamente se acerca a nuestro planeta por detrás, y a continuación o después, por delante de él.

Nuevas observaciones nos permitirán refinar los datos orbitales y saber con precisión el destino de este objeto, dijo el científico. Aunque el asteroide 2012 DA14, en caso de impactar la tierra no dará lugar a la muerte de todos los seres vivos, la escala puede ser comparable a la catástrofe de Tunguska en 1908, agregó.
El cuerpo celeste pertenece a la familia de los asteroides de Apolo, cuyas órbitas se cruzan con la terrestre. Alrededor de dos tercios de los asteroides conocidos que se acercan a la Tierra son de este tipo. Según los datos disponibles, el cuerpo celeste puede medir entre 40 y 95 metros de largo.
Los astrónomos seguirán recopilando datos sobre 2012 DA14 y precisando la información sobre su trayectoria. De acuerdo con los cálculos de los astrónomos, los asteroides grandes pueden caer a la Tierra en promedio una vez cada 100 mil años. En casos excepcionales, pueden plantear una amenaza a la existencia de vida en nuestro planeta, como lo fue durante la extinción masiva de los dinosaurios hace unos 65 millones de años.
La mayor preocupación es el asteroide Apophis, que se puede encontrar con la Tierra en el 2036. Ese cuerpo celeste se acercará a nuestro planeta el 13 de abril del 2029 a una distancia de 37 a 38 mil kilómetros. Pero incluso después de 7 años, 13 de abril de 2036, Apophis se acercará a la Tierra a una distancia peligrosa, pudiendo tropezar con ella. Sin embargo, la probabilidad de esto es insignificante.

De acuerdo con los cálculos preliminares, a las 19:25 (GMT) del 15 de febrero de 2013 el cuerpo celeste se acercará a nuestro planeta a unos 26.900 kilómetros, una distancia menor que las órbitas de los satélites geoestacionarios (cerca de 35.000 kilómetros), según los datos publicados en la web de la NASA. En términos astronómicos vendría a ser como "un roce" entre la Tierra y un asteroide. Este cuerpo celeste es relativamente pequeño pero que, dependiendo de la zona y circunstancias del impacto, podría causar daños de consideración, pero no a escala global.
En promedio, un objeto del tamaño de un coche entrará en la atmósfera de la Tierra por lo menos una vez al año, produciendo una espectacular bola de fuego en el cielo. Y cada 2.000 años un objeto del tamaño de un campo de fútbol impactará la Tierra, causando importantes daños locales. Y luego, cada pocos millones de años, una roca con una circunferencia que se mide en kilómetros, chocará con el planeta produciendo efectos globales.
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