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A primera hora del día de hoy hice un comentario en este artículo de la BBC. Fue uno de esos pequeños formularios web donde pones tu nombre, lugar de origen, número telefónico y dirección de email, y luego los datos son enviados al departamento de censura de la BBC para su rechazo.

Mi comentario fue algo así: "Es agradable finalmente ver algún reconocimiento oficial de que el azúcar está implicado en el cáncer. Los gobiernos deberían reasignar los fondos destinados a la campaña anti-tabaco a una campaña para informar a la gente acerca de los daños producidos por una dieta alta en carbohidratos y para promover una dieta Paleolítica como una forma de prevenir la propagación del cáncer".

Lo extraño es que en este momento no hay ningún comentario en absoluto debajo de ese artículo, y no hay ninguna opción para comentar, así que me pregunto qué es lo que realmente les ha pasado y cuál es el punto de pedir que la gente comente.

Hace un tiempo atrás me ocurrió algo. Una buena investigadora de un programa de la BBC me llamó, hizo referencia a un comentario mío, y me preguntó si me gustaría tomar parte de un programa de radio que iba a tocar el tema de la "oleada de cáncer" que está devastando a la población humana. La investigadora me preguntó qué era la Dieta Paleolítica y cómo averiguar algo más sobre ella, y después de que le expliqué los lineamientos básicos, me dijo que me mandaría un correo electrónico haciéndome saber si querían dialogar conmigo. Bien, el programa de radio está transmitiéndose mientras escribo esto y no he sabido nada de la simpática investigadora, así que supongo que a ellos no les gustó lo que tenía para decir. Por eso, simplemente lo diré aquí.

Hoy, siendo el Día Mundial del Cáncer, los periódicos de la línea oficial han dedicado devotamente una inusual cantidad de espacio para advertir al público sobre la terrible amenaza del cáncer. Se nos dice que 14 millones de personas al año son diagnosticadas con cáncer y se predice que el número se incrementará a 24 millones para el año 2035.

Chris Wild, director de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS, dijo a BBC:
"La carga global de cáncer se está incrementando y muy marcadamente debido, principalmente, al envejecimiento de las personas y al crecimiento de la población. Si prestamos atención al costo de los tratamientos contra el cáncer, es una espiral fuera de control, aún para los países de altos ingresos. La prevención es absolutamente crítica y está siendo en parte negligente".
Estoy muy seguro de que la mayoría de las personas leyendo esto conocen a alguien que ha muerto de cáncer en los últimos 10 años. Personalmente, conozco a varias personas que han muerto de cáncer en los últimos 5 años. Uno fue un miembro de mi extendida familia, otro fue un chico con el que fui a la escuela y no había cumplido aún los 40 años. Así que no tengo problema aceptando al cáncer como un serio problema de nuestra sociedad tecnológica, de hecho lo hago; sin embargo tengo una queja respecto a las conclusiones a las que llegan los científicos en relación a las causas de la pandemia de cáncer que está golpeando las puerta de la humanidad.

El problema parece ser que los avances en tecnología sobre en el transcurso del siglo 20 no se vieron acompañados por un avance en la inteligencia humana. La ciencia moderna ha desarrollado todo tipo de fantásticos instrumentos que nos permiten explorar y entender el cuerpo humano con creciente nivel de detalle. Muy frecuentemente, esos instrumentos producen datos que por sí mismos sugieren fuertemente que las teorías y creencias mantenidas por los científicos durante tanto tiempo necesitan ser reevaluadas, y en algunos casos radicalmente. Pero existe una fase final por la que se debe transitar en el procesamiento de esta información para que sea presentada al público: debe pasar a través del cerebro del científico moderno promedio, sometido a sus prejuicios, creencias, y la firme convicción de que la perspectiva de progreso en la carrera futura de un científico será intensamente influenciada por la naturaleza de la investigación que realice y por la naturaleza de las conclusiones a las que arribe.

Tomemos como ejemplo el fumar. Más allá del hecho de que las campañas anti-tabaco llevadas a cabo durante décadas por los gobiernos han reducido considerablemente el número de fumadores, en especial en los países de Occidente, reportes recientes establecen que no sólo el cáncer está creciendo (con el cáncer de pulmón como segundo más común detrás del cáncer de pecho, pero el más común en hombres), sino que se incrementará dramáticamente (más del 70%) en los próximos 20 años. Sobre la base sólo de estos datos, ¿no debería cualquier científico, o cualquiera bendecido con una mente científica, al menos cuestionar la agresiva propaganda que proclama a gritos que fumar causa cáncer de pulmón? ¿Por qué cuando hay evidencia de que la genética puede jugar un papel más relevante en el cáncer de pulmón, es el fumar aún sostenido como la causa número uno? ¿Por qué cuando los doctores alegremente usan pulmones de fumadores para el 50% de los transplantes y aún así afirman que el paciente que recibe el pulmón del fumador aumenta su expectativa de vida por encima de esos que reciben un pulmón de un no fumador, está el tabaco siendo sostenido todavía como la quinta esencia del mal que pudre sus pulmones y le produce cáncer?

Aún así, mientras que siguen colocando al tabaco en la cima de su lista de las principales causas prevenibles de cáncer, la OMS hace una notable mención de otra causa de cáncer: el azúcar.

El informe de la BBC:
El planeta está enfrentando una "oleada" de cáncer y restricciones sobre el alcohol y el azúcar necesitan ser consideradas, dicen científicos de la Organización Mundial de la Salud.
Pero entonces se puede leer:
Uno de los editores del informe, el Dr. Bernard Stewart de la universidad de Gales de Sur en Australia, dijo: "En relación al alcohol, por ejemplo, estamos conscientes de sus graves efectos, sean estos accidentes de coches o ataques violentos, pero existe un factor asociado a la enfermedad específicamente relacionado con el cáncer sobre el que no se habla, simplemente, porque no es reconocido. Stewart afirma que existe un argumento similar en relación al azúcar provocando obesidad, que a su vez afecta al riesgo de cáncer.
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¿Cómo puede la OMS o cualquiera todavía abrigar la esperanza de “ganar la batalla contra el cáncer” si con obstinación rechazan considerar que el reemplazo de los últimos 40-50 años de alimentos naturales con alimentos sintéticos es por mucho el responsable de la pandemia de cáncer?
Al parecer la OMS ha dado vuelta los datos sobre las causas de cáncer en su cabeza. Pusieron al tabaco al tope de la lista y al azúcar lo colocaron en el fondo. La OMS (y todos los medios oficiales) parecen estar ignorando el hecho de que el azúcar puede estar directamente implicado en el desarrollo y la metástasis de las células cancerosas. Observe que el vínculo trazado entre el azúcar y el cáncer es mediante la obesidad. Todas las células humanas usan azúcar (glucosa) como combustible, así que las células cancerosas en ese sentido no son diferentes. Idealmente, sin embargo, habría una forma de privar a las células cancerosas del combustible azucarado mientras que mantenemos a las células normales con óptima salud. Resulta que existe un modo.

Si usted priva de glucosa a las células normales de su cuerpo, ellas usan un combustible alternativo, los cuerpos cetónicos. Las células cancerosas, en cambio, sólo pueden sobrevivir con glucosa; ellas no pueden usar cuerpos cetónicos como combustible, y ante la abstinencia de glucosa, mueren. Los cuerpos cetónicos son tres diferentes moléculas orgánicas solubles en agua que son producidas por el hígado a partir de los ácidos grasos. La mejor fuente de ácidos grasos es la grasa animal. La mejor forma de incorporar grasa animal a su dieta y negarle a cualquier potencial célula cancerosa la oportunidad de crecer, es seguir la Dieta Paleolítica. (¡Además, si lo necesita, perderá peso también!)

Pero el azúcar no sólo está implicado en ser el combustible directo de las células cancerosas. Existe otra pandemia de las últimas décadas que está afectando a millones de personas alrededor del mundo y especialmente en Occidente: la diabetes. La pandemia de diabetes está directamente relacionada al sobre-consumo de carbohidratos y azúcar (ambos son lo mismo desde el punto de vista de su cuerpo). La dieta Occidental promedio de hoy día está conformada por aproximadamente un 70% de carbohidratos (glucosa/azúcar).

La diabetes surge como resultado de tener una dieta alta en carbohidratos/azúcar. Las personas con diabetes tienen grandes cantidades de insulina circulando en el torrente sanguíneo. Pero las personas que no tiene diabetes también tienen altos niveles de insulina circulando en sus cuerpos debido a que la insulina tiene como función remover el exceso de glucosa, o carbohidratos, de la sangre. Investigaciones recientes apuntan a un vínculo entre los altos niveles de insulina en sangre y el cáncer, donde la insulina puede ser un factor causante de la generación de células cancerosas.

La conclusión parece ser esta: existe suficiente evidencia disponible como para establecer que la dieta occidental alta en carbohidratos está implicada en todo tipo de cáncer, por no mencionar la pandemia de diabetes, enfermedades del corazón y una multitud de enfermedades modernas. Por lo tanto, la cantidad de carbohidratos que las personas están consumiendo hoy en día es definitivamente muy mala para su salud y EXISTE una alternativa: la dieta que consumió el ser humando durante el 99% de su evolución, carne animal y grasa.

Es hora de que las personas miremos los datos en sí mismos y saquemos nuestras propias conclusiones. Como alternativa podemos esperar mientras los quisquillosos científicos debaten y se doblegan ante los dictados de los Agro-negocios y los gobiernos, ambos generando millones en ganancias manteniendo a la gente adicta a los carbohidratos (siendo acribillados con cáncer como "daño colateral"), y finalmente anunciando nuevamente que aún son los fumadores los que tienen la culpa de todo. Mientras espera, y comiendo su ración de 70% de carbohidratos, no se sorprenda si se encuentra a usted mismo entre el 20% de hombres o el 17% de las mujeres que contraerán cáncer en los próximos 20 años.

La mejor de las suertes para usted.