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La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) ha decretado este jueves el estado de emergencia, tras dos días de fuertes lluvias torrenciales e inundaciones en la sitiada Franja de Gaza, devastada por los ataques israelíes.
"La inundación está agravando la crítica situación humanitaria en Gaza, provocada por el bloqueo y la destrucción sin precedentes de la última ofensiva israelí", ha lamentado el director de Operaciones de la agencia, Robert Turner, mediante un comunicado.
Según ha confirmado, cientos de residentes en el barrio de Sheij Radwan, en el norte del enclave costero, se han visto obligados a abandonar sus hogares debido al flujo de "aguas pluviales".

El diluvio, ha agregado, causó el cierre de 63 escuelas de toda la Ciudad de Gaza, de las cuales 43 pertenecen a la parte norteña, donde los habitantes tuvieron que meterse con el agua hasta las rodillas. Todavía no se han reportado heridos.

"Nos preocupan especialmente aquellas familias que aún buscan un refugio adecuado y que se preparan para los meses de invierno, y el impacto que las inundaciones ya están teniendo en los niños que no pueden asistir a la escuela", ha agregado.

Por otro lado, la falta de combustibles hace que ninguna estación de bombeo esté operativa, pero ha asegurado que la agencia está trabajando para "suministrar el gasóleo de emergencia."

La agresión militar israelí, de 51 días de duración (entre julio y agosto) contra el territorio palestino, además de las pérdidas humanas (al menos 2160 palestinos muertos, la mayoría civiles, y más de 11.100 heridos), causó una devastación generalizada en todas las infraestructuras de primera necesidad en Gaza.

Más de 15.600 viviendas fueron dañadas en el ataque y unos cien mil ciudadanos se quedaron sin techo.