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La rebelión de corte democrático que está teniendo lugar en Túnez ha servido de ejemplo a Egipto donde los ciudadanos y ciudadanas están saliendo masivamente a las calles con el fin de derrocar a la actual dictadura. Al igual que en Túnez, los toques de queda y la represión no está siendo capaz de frenar el movimiento popular. Mientras tanto en Yemen han comenzado protestas contra el actual régimen que gobierna el país árabe.
En estos tres países las protestas han sido iniciadas por los jóvenes, y aunque en la mayoría de las informaciones se les califique como islamistas sus reivindicaciones son totalmente laicas: trabajo, viviendas, derechos políticos y civiles como libertad de expresión, reunión, opinión y el acceso a unas votaciones con garantías.
Los dirigentes objeto de las protestas populares no han abandonado el poder por el apoyo dispensado por EEUU y la Unión Europea.
TúnezPese a que los ciudadanos de Túnez siguen en las calles exigiendo la retirada del "nuevo gobierno", por estar integrado por los altos funcionarios de la dictadura de Ben Alí, éstos, al contar con el apoyo internacional de EEUU y la Unión Europea -que temen perder los privilegios para sus empresas privadas si asciende al poder el pueblo alzado-, siguen manteniéndose en el gobierno y controlando las instituciones del estado.
La oposición tunecina (Asociación de izquierda-los trabajadores, Movimiento Unionista Nasseristas, Movimiento De Nacionalistas Democráticos, Nacionalistas Democráticos, Corriente Baazista, Izquierdas Independientes, Partido Comunista Obrero de Túnez, Partido Nacional de Acción Democrática) se ha organizado en el Frente 14 de enero para defender la revolución que acaba de comenzar.
El Frente 14 de enero denunció ayer la brutal represión de la continuación de la dictadura de Ben Alí, dirigida por el actual Primer Ministro de Túnez, Mohamed Ghannouchi, quién ostentó ese mismo cargo durante la dictadura del derrocado Ben Alí.
La represión se llevó a cabo en el Patio de la Kasbah, donde una masiva concentración de tunecidos exige el fin de la dictadura.
Esta organización revolucionaria exige que no quede nadie en el gobierno que tenga vínculos con la anterior dictadura, que el partido del dictador Ben Alí sea disuelto y sus posesiones nacionalizadas y que el nuevo gobierno salga de unas elecciones legales y legítimas.
Pero sobre todo, exigen la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva constitución en la que se establezca "una economía nacional al servicio del pueblo, donde los sectores vitales y estratégicos estén bajo control del estado, nacionalizar todas las empresas que han sido privatizadas, y la aplicación de una política económica y social que rompa con el enfoque capitalista liberal".
Es por esta iniciativa que el Frente 14 de enero no ha recibido el apoyo de las democracias occidentales que prefieren sostener la dictadura tunecina, dirigida por el hombre fuerte de Ben Alí: Mohamed Ghannouchi. La organización formada al calor de la revolución está informando continuamente de las movilizaciones ciudadanas por todo el país, contradiciendo las informaciones de los medios de comunicación de masas, en las cuales se dice que Túnez está volviendo a la calma.
EgiptoCientos de miles de personas se están saltando el toque de queda impuesto por la dictadura de Mubarak para expresar las mismas reivindicaciones que en Túnez, pese a la cruenta represión que se vive en el país y que ya se ha cobrado más de 100 muertos.
Mubarak ha ampliado el toque de queda en las principales ciudades del país, que ahora regirá desde las 3 de la tarde. En otras medidas, se ha encargado a la policía la seguridad pública del país y se ha prohibido la transmisiones de imágenes sobre las manifestaciones populares. Las cadenas Al Jazeera y teleSUR han sido bloqueadas en el país.
Uno de los líderes opositores, el Premio Nobel de la Paz 2005, El Baradei ha regresado desde su exilio en Londres para dirigir la caída del régimen egipcio. El Baredei, dirigente de la Asamblea Nacional por el Cambio -un movimiento ciudadano sin ideología política que persigue la instauración de una democracia con justicia social en Egipto- ha expresado ante los manifestantes que se concentran en la Plaza de Tahrir en El Cairo, que la revuelta popular no tiene marcha atrás.
Su movimiento social laico se ha unido a los islamistas Hermanos Musulmanes en una comisión para negociar con el ejército el fin del régimen de Mubarak y la convocatoria a unas elecciones democráticas limpias y transparentes.
PropagaciónEn Yemen se han iniciado protestas similares y en Argel se ha convocado una manifestación en rechazo del actual régimen el próximo 12 de febrero, la cual podría derivar en la misma situación que Túnez y Egipto.
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