Imagen
Si bien el presidente Hosni Mubarak se niega a renunciar por el reclamo popular, cada vez son más los actores políticos que piden un gobierno de transición y un nuevo llamado a elecciones.

Además de las populosas calles de El Cairo, de la plaza Tahrir, símbolo de la resistencia, decenas de miles de personas se concentraron en Alejandría (norte), la segunda ciudad del país, al grito de "¡Abajo Mubarak! ¡Abajo el régimen!". En el Cairo, el jefe de la Liga Árabe, Amr Musa, que fue canciller de Mubarak y ya no disimula su intención de presentarse a las elecciones para sucederle, se acercó a la plaza "como gesto de apaciguamiento", indicó su oficina.

En declaraciones al canal Al Jazeera, el opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, tampoco descartó presentarse a la sucesión de Mubarak.El ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, acudió personalmente a la plaza para examinar la situación y hablar a la muchedumbre, rodeado por soldados.

Mubarak "les ha dicho que no volvería a presentarse" en la próxima elección de septiembre, recordó el ministro a los manifestantes, antes de instarlos a aceptar la propuesta de diálogo del gobierno. El presidente, que anunció el martes que no se presentaría a las elecciones de septiembre, también se halla bajo fuerte presión externa, pues sus aliados occidentales le exigen acelerar la transición que prometió el martes, al asegurar que se abstendría de buscar un nuevo mandato.

Pero el presidente no da el brazo a torcer y advirtió que su salida dejaría paso al "caos". Según The New York Times, Estados Unidos está discutiendo con funcionarios egipcios un plan para que Mubarak entregue inmediatamente el poder a un gobierno de transición encabezado por el vicepresidente Omar Suleimán, ex jefe de los servicios de inteligencia del país. El plan busca respaldo del ejército egipcio, dice la nota del diario, que cita a funcionarios estadounidenses y árabes, pero el primer ministro, Ahmad Shafiq, descartó que el mandatario deje el poder a Suleimán.

En Bruselas, los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) pidieron que la transición democrática en Egipto se inicie "ahora". En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, exhortó a las autoridades egipcias a efectuar investigaciones "transparentes e imparciales" sobre las recientes violencias.

Pillay estimó que en Egipto "un cambio está en curso, como ocurrió en Túnez", donde una rebelión popular derrocó el mes pasado al presidente Zine El Abidine Ben Alí, quien gobernaba el país desde hacía 23 años. El ayatolá Alí Jamenei, guía supremo de Irán, ofreció una lectura diferente de lo que ocurre en Oriente Medio, al asegurar que las sublevaciones de Egipto y de Túnez son una "señal del despertar islámico" en el mundo.

Egipto es el más poblado de los países árabes, con 80 millones de habitantes, y uno de los únicos dos que firmó un tratado de paz con Israel (el otro es Jordania). Controla además el canal de Suez, por donde pasa la mayor parte del abastecimiento petrolero de los países industrializados.