Imagen
© Desconocido
Según los datos publicados por el Censo esta semana, el porcentaje de estadounidenses que posee casa propia ha alcanzado el nivel más bajo desde 1998. En el cuarto trimestre del año pasado, solo el 65,5% de la población norteamericana tenía su propia vivienda. En el oeste del país, incluso en California, el porcentaje se reduce a un 61%.

El informe indica que las tasas más bajas de propietarios se observan entre los hispanos, afroamericanos y aborígenes americanos. Solo el 46,8% de los hispanos son dueños de su propia morada, solo detrás de los afroamericanos (44,4%). Aún se desconocen las tasas para los asiáticos, aunque la tendencia de 2009 también mostró el descenso de la cantidad de propietarios entre ellos.

La tasa para los blancos, siempre en el cuatro trimestre de 2010, fue del 74,2%.

Preeti Vissa, directora de inversiones del Greenlining Institute (organización que protege los derechos de las minorías étnicas), opina que la tendencia a la reducción de los dueños de casas es peligrosa.

"Millones de personas están en riesgo de perder sus hogares, y muy pocos han obtenido ayuda. Esto representa una erosión enorme del bienestar en las comunidades latinas y afroamericanas que, para empezar, ya se ubicaban 25 puntos por debajo de los blancos", dijo Vissa.

Las comunidades étnicas se encuentran en medio de la crisis de las ejecuciones de hipoteca. Según el reciente estudio de dos científicos de la Universidad de Princeton, Jacob Rugh y Douglas Massey, esta disparidad no es casual ya que las minorías han sido blanco de préstamos expoliadores y actitudes deshonestas de los bancos. Esto concierne especialmente a los inmigrantes cuya capacidad de hablar inglés es limitada.

El estudio afirma que la segregación residencial en muchas localidades estadounidenses ha creado un nicho de clientes de minorías étnicas a las que solo se otorgaban los créditos 'subprime', es decir, los que tienen un nivel de riesgo de impago superior a la media del resto de créditos.

"Aunque la crisis hipotecaria es atribuida a los fallos personales de los propietarios de las casas, como la insolvencia y una posición económica débil, en realidad, aparte del uso del capital de obligaciones, el colapso de precios de las casas y el mal regulado mercado hipotecario, el racismo institucional tuvo un papel importante en esta crisis", dicen los expertos.

Preeti Vissa dice que la ejecución de la casa es particularmente dañina para las minorías, ya que invierten casi todo su dinero en sus casas. Los latinos invierten un 66% y los afroamericanos un 63%. La directora de inversiones del Greenlining Institute cree que las ejecuciones de casas tendrán un efecto catastrófico en la vida de la nación, e impactarán negativamente en la economía. Según Vissa, la solución es crear un programa urgente de reducción del capital principal.

En el Estado de California, donde la crisis es especialmente aguda, la Legislatura estatal examinó la posibilidad de intervenir en el proceso de modificación de hipotecas. Para eso, se planea crear un fondo de alivio a las ejecuciones para combatir la alta incidencia de embargos en el Estado.