Pese al misterio que lo rodea, el tema despertó una serie de hipótesis desde que fue descarte de barcos pesqueros de esta especie (lacha) a un cambio de temperatura de las aguas en altamar, que haya producido formaciones de algas que produzcan algún tipo de tóxina con el resultado conocido.
"De las hipótesis que manejamos no descartamos ni confirmamos ninguna, pero el peso (kilaje) que teníamos la semana pasada viene cambiando y nos extraña sobremanera los volúmenes tan grandes que se vienen manejando", comentó a LA REPÚBLICA Daniel Gilardoni, director de la Dinara sobre el tema.
El jerarca explicó que esos mismos volúmenes y en la extensión de costa donde se encontraron, también fue manejada por Argentina, donde sucede el mismo fenómeno.
Gilardoni dijo que a raíz de esto "mantenemos con el Instituto de Investigaciones Pesqueras de dicho país un intercambio de datos, información, corroborando datos satelitales de temperatura - que es una de las posibilidades que toma un poco más de peso- aunque entiendo que son fenómenos complejos muticausales, y al no tener datos concretos todavía, no queremos aventurarnos en confundir más a la ciudadanía". Dijo que seguramente sobre el fin de semana "tendremos los datos concretos como para señalar algo más".
Recordemos que los peces aparecieron desde la zona oeste de Montevideo -Pajas Blancas- hasta playa Miramar pero también aparecieron en Canelones en más de 60 kilómetros que comprende la zona entre los Arroyos Carrasco y Solís Grande, siendo las zonas más afectadas las que corresponden a los municipios de Paso Carrasco y Ciudad de la Costa. Posteriormente a la primera aparición de peces muertos, se dio nuevamente este fin de semana en menor cantidad en Ciudad de la Costa, Salinas y La Floresta.
La Intendencia de Canelones estuvo trabajando intensamente en coordinación con el Comité Departamental de Emergencias, no solo con maquinaria, camiones sino con más de 70 funcionarios llegando a levantar casi 96 toneladas de peces muertos. En Montevideo las cuadrillas municipales estuvieron limpiando todo el collar de playas recogiendo poco más de 100 toneladas.
Gilardoni dijo no recordar un hecho similar desde hace muchísimos años, "al menos no en estos volúmenes, pero nosotros con mucha transparencia manejamos el tema de los descartes pero es un tema extrovertido porque ningún marinero va a estar pescando todo el día para tirar lo que pescó. Tendrían que ser varios barcos que tiraran todo lo que llevan. Cuando tocan un pescado que no le sirve enseguida se van a otro lado".
Mencionó además que uno de los datos que están esperando es "conocer lo que se pueda hablar con los patrones de pesca de barcos que van llegando a puerto para saber si hubo alguna maniobra imprevista que haya provocado esto".
El director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, Juan Canessa por su parte precisó que "la enorme mayoría de lo que había en las costas ya se retiró y no han aparecido más" y coincide obviamente "en que es un hecho no habitual y que hay que esperar el informe técnico de las autoridades nacionales para saber las causas de este fenómeno en nuestras costas".
Los peces muertos fueron enterrados en la Usina 8, ubicada sobre la calle Felipe Cardoso para su procesamiento para la producción de biogás.
Exportador
Pese a que la lacha es una especie de poco valor, igualmente Uruguay en los últimos dos años, ha exportado 1.700 toneladas por año a Bangladesh.
La lacha
La lacha tiene un cuerpo ancho, abdomen de bordes agudos, cabeza grande y escamas de borde dentado. Los adultos miden alrededor de 38 cm de largo y pesan 0,5 kg o menos.
Los cardúmenes de lacha densos se trasladan desde Canadá hasta América del Sur y en ocasiones se mezcla con la sardina; prefiere las aguas cálidas y saladas y en verano suele encontrarse cerca de la costa. En invierno migra hacia aguas más profundas. Cuando se alimentan, nadan con la boca abierta y las cavidades de las branquias bien extendidas para filtrar el plancton.
Las lachas se destinan para la elaboración de aceite, harina de pescado (principalmente para alimentación animal) y fertilizantes. Su carne, más magra y con más espinas que la de la sardina, no es tan estimada como la de su familiar, por lo que las capturas de lachas se hacen muchas veces para carnada o cebo, muy apreciado para la pesca de algunas especies.
También en Argentina y Brasil
En la vecina orilla como mencionamos en la nota también aparecieron peces muertos en la playa, de la especie Saraca, y en algunos lugares, como Santa Teresita, aseguran que hay olor nauseabundo en las calles. Prefectura aún no tiene ninguna hipótesis sobre las causas del fenómeno que se viene dando en Argentina desde hace quince días aseguraron las autoridades argentinas.
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) tomó muestras de agua y peces para detectar la causa de la mortandad. Asimismo en Rio de Janeiro, a miles de kilómetros de distancia, se reprodujo un fenómeno similar, hace ya una semana. En la Bahía de Guanabara. Un total de 12,3 toneladas de peces plateados fueron retirados en dos días de las playas de la Ilha do Governador y de Ramos, situadas cerca del aeropuerto internacional de Rio de Janeiro.
"Hicimos 252 tests en 33 lugares de la bahía que no revelaron ninguna sustancia química tóxica, ni ninguna variación anormal en el pH (potencial hidrógeno), ni en la salinidad o la cantidad de oxígeno en el agua", afirmó el servicio de prensa de la secretaría de Medio Ambiente del estado de Rio.
Comentario: Hay que recordar que por fin la ciencia oficial ha reconocido el aumento de muertes masivas de animales. Desde Sott llevamos años registrando las muertes masivas de animales en todo el planeta y alertando de su frecuencia en los últimos años.
Mucho se ha especulado en torno a este asunto. Lo importante resulta ser que algo parece estar cambiando en el planeta, algo que hace que los animales se desorienten o se comporten de modo anómalo. Claro que podemos suponer que no hay una única y simple explicación y que múltiples factores se combinen y potencien para terminar por producir estos fenómenos.
Por lo general tendemos a pensar que el hombre, como agente contaminador del planeta, es el principal responsable. Aunque claramente hay algo de verdad en esta afirmación, es una explicación algo simplista (y hasta cómoda) creer que aquí termina el asunto. El planeta y su entorno galáctico (el sol en particular) están cambiando. Considere todo esto: cambios electromagnéticos, inusual actividad solar, volcanes que despiertan después de cientos de años, actividad sísmica inusualmente alta, tormentas y lluvias extremas que producen terribles inundaciones, tormentas de nieve devastadoras,...
Viendo la vastedad y complejidad de todos estos fenómenos nos preguntamos: ¿Es posible que todo esto ocurra sin provocar el más mínimo cambio sobre la vida que cubre el planeta? ¿Son sólo las aves y los peces los que sufrirán muertes masivas?... y lo que quizá sea mucho más importante: ¿Qué está provocando los cambios en el planeta y en su vecindario galáctico? ¿Habrá una conexión entre todos estos fenómenos y la humanidad?
Para aquellos interesados en saber cómo pueden estar los fenómenos cósmicos conectados a la humanidad, no se pierdan el libro recién publicado por Red Pill Press, Earth Changes and the Human-Cosmic Connection [Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica] es el tercer tomo de la serie "La historia secreta del mundo".