SINCjue, 09 abr 2015 20:00 UTC
El aumento de la emisión de dióxido de carbono desencadenado por varias erupciones volcánicas en Siberia provocó la acidificación de los mares hace 252 millones de años. Un estudio demuestra ahora que esta pudo ser, en una espiral de fenómenos, una de las causas de la extinción masiva entre los períodos Pérmico y Triásico, en la que desaparecieron el 96% de las especies marinas y el 70% de las terrestres.
© WikipediaCoral blanqueado en el fondo del oceáno.
La extinción masiva de la casi totalidad de animales y plantas pudo producirse por el impacto de un meteorito, la liberación de gases de invernadero atrapados en fondos oceánicos o la intensa actividad volcánica en la zona de Siberia
. A estas hipótesis se añade la acidificación producida por la liberación de CO
2 por las erupciones volcánicas.
Un estudio internacional, liderado por investigadores británicos, revela que los movimientos volcánicos de hace unos 252 millones de años provocaron la emisión de grandes cantidades de CO
2 en dos fases: la primera más suave y la segunda mucho más súbita, intensa y prolongada que ocasionó la acidificación de los océanos durante unos 10.000 años a finales del período Pérmico e inicios del Triásico.
"Este cambio en la composición química de la superficie marina fue el golpe de gracia que provocó la segunda oleada de la mayor extinción vivida en la Tierra", asegura a Sinc Matthew Clarkson, geólogo de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y autor principal del trabajo publicado en la revista
Science.
Durante la primera emanación de dióxido de carbono, los océanos - al ser muy alcalinos - mantuvieron el pH estable. Sin embargo, con la segunda se desencadenó una acidificación masiva de los mares que alteró su composición.
Según explica Clarkson, "la falta de carbono hizo que muchos organismos no pudieran desarrollar conchas y esqueletos; la acidificación aumentó la corrosión de las conchas ya formadas, y el incremento del pH afectó al metabolismo interno de algunas especies, perjudicando actividades como la cría".
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores crearon un registro de alta resolución del pH del agua marina usando isótopos de boro y aplicando modelos cuantitativos. Para desarrollar un modelo climático que ayudara a saber qué provocó la extinción, el equipo analizó rocas desenterradas en los Emiratos Árabes Unidos, que entonces estaban bajo el agua y que conservan un registro detallado del cambio de las condiciones oceánicas. Así pudieron determinar el efecto de las emisiones de dióxido de carbono provocadas por las erupciones volcánicas en Siberia.

© D. AstrattiZona de los Emiratos Árabes Unidos, donde los investigadores han encontrado rocas que hace 250 millones de años pertenecían al fondo marino.
Una extinción en dos fasesLa extinción del Pérmico-Triásico - conocida como "La Gran Mortandad" - ocurrió hace cerca de 252 millones de años y fue la más devastadora que se ha producido en la Tierra, pues en ella desaparecieron en torno al 96% de las especies marinas y el 70% de las terrestres. Transcurrió en solo 60.000 años, que suelen dividirse en dos fases: una primera al final del Pérmico, a la que siguió una leve recuperación antes de una nueva oleada de extinción a principios del Triásico.
"La primera extinción parece no haber sido selectiva en cuanto a los organismos que murieron de manera masiva. Pero la segunda afectó sobre todo a aquellos muy calcificados y a los que tenían más dificultades para prepararse contra el aumento de pH", aclara el investigador británico.
Según los científicos, el estudio podría servir también para predecir cómo reaccionaría en la actualidad nuestro planeta a una posible acidificación de los océanos provocada por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono debido a la actividad humana.
Referencia bibliográfica:
Clarkson, M. O. et al. "Ocean acidification and the Permo-Triassic mass extinction". Science 34(6231) 10 de Abril de 2015
Comentario: Según los datos obtenidos por los paleontólogos David Raup y Jack Sepkoski, quienes estudiaron un patrón de eventos de extinciones masivas a partir de los registros fósiles,
revelaron que, durante los últimos 250 millones de años, la Tierra experimentó extinciones masivas regularmente cada 27 millones de años aproximadamente. Sin embargo, las mediciones sobre el tiempo de estos períodos puede haber estado equivocada debido las problemas que presenta el método de datación por radiocarbono que emplearon.
¿Qué pasa si la hipótesis uniformista es incorrecta? ¿Cuáles serían las consecuencias si la datación por carbono, potasio-argón, o la llamada "columna geológica", no son ventanas al pasado fiables? ¿Qué pasa si la topografía de la Tierra fue creada en un período de tiempo tan corto que las civilizaciones antiguas pudieron registrarlo? ¿Qué sentido tendrían la era Neolítica, o la Jurásica, o la precámbrica?
Universo Eléctrico: ciclos terrestres
Además de esto, es importante señalar que muchas veces, los fenómenos descritos al comienzo del artículo (impacto de un meteorito, liberación de gases de invernadero atrapados en fondos oceánicos o la intensa actividad volcánica que liberó CO2 y acidificó los océanos) se podrían dar en conjunto y ser TODOS la causa de la convulsión planetaria que lleva, finalmente, a una extinción. ¿Qué es lo que produce tanta convulsión?
La teoría del universo eléctrico plantea que los fenómenos naturales en la Tierra, están conectados a una dinámica de intercambio de potenciales eléctricos, - que se presenta entre todos los planetas - con el condensador solar. Cada vez que un objeto extraño entra en la heliósfera, crea variaciones o descargas eléctricas en el Sol, lo que se ve reflejado en innumerables fenómenos eléctricos en todos los planetas. La
baja actividad solar actual - manchas solares por ejemplo -, podría deberse a que algo con una masa considerable ha realizado su entrada en la heliófera, y uno de los "síntomas" tangibles en la Tierra, son
las bajas temperaturas. Se especula que la baja actividad eléctrica del condensador solar actual, podría ser provocada por la
compañera del sol, una hipotetizada enana café. Lo que también explicaría el
incrementado número de asteroides y cometas que han hecho su viaje dentro del sistema solar, provenientes de la Nube de Oort, disparados por el paso de la enana café.
Si le interesa saber más, le recomendamos el excelente libro de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadzcyk,
Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica, donde podrá encontrar numerosas citas, gráficos y explicaciones detalladas. Y puede leer también la
serie Cometas y Catástrofes, publicada
aquí en SOTT. Vea también:
Comentario: Según los datos obtenidos por los paleontólogos David Raup y Jack Sepkoski, quienes estudiaron un patrón de eventos de extinciones masivas a partir de los registros fósiles, revelaron que, durante los últimos 250 millones de años, la Tierra experimentó extinciones masivas regularmente cada 27 millones de años aproximadamente. Sin embargo, las mediciones sobre el tiempo de estos períodos puede haber estado equivocada debido las problemas que presenta el método de datación por radiocarbono que emplearon. Además de esto, es importante señalar que muchas veces, los fenómenos descritos al comienzo del artículo (impacto de un meteorito, liberación de gases de invernadero atrapados en fondos oceánicos o la intensa actividad volcánica que liberó CO2 y acidificó los océanos) se podrían dar en conjunto y ser TODOS la causa de la convulsión planetaria que lleva, finalmente, a una extinción. ¿Qué es lo que produce tanta convulsión?
La teoría del universo eléctrico plantea que los fenómenos naturales en la Tierra, están conectados a una dinámica de intercambio de potenciales eléctricos, - que se presenta entre todos los planetas - con el condensador solar. Cada vez que un objeto extraño entra en la heliósfera, crea variaciones o descargas eléctricas en el Sol, lo que se ve reflejado en innumerables fenómenos eléctricos en todos los planetas. La baja actividad solar actual - manchas solares por ejemplo -, podría deberse a que algo con una masa considerable ha realizado su entrada en la heliófera, y uno de los "síntomas" tangibles en la Tierra, son las bajas temperaturas. Se especula que la baja actividad eléctrica del condensador solar actual, podría ser provocada por la compañera del sol, una hipotetizada enana café. Lo que también explicaría el incrementado número de asteroides y cometas que han hecho su viaje dentro del sistema solar, provenientes de la Nube de Oort, disparados por el paso de la enana café.
Si le interesa saber más, le recomendamos el excelente libro de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadzcyk, Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica, donde podrá encontrar numerosas citas, gráficos y explicaciones detalladas. Y puede leer también la serie Cometas y Catástrofes, publicada aquí en SOTT. Vea también:
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