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Después de un día de una relativa calma, otra vez son cientos de miles los egipcios que se convocaron en la Plaza Tahrir para pedir la renuncia de presidente Hosni Mubarak.

Como ya es habitual desde hace dos semanas, pero con una mayor presencia que en días anteriores, los egipcios han acudido en masa a la plaza Tahrir, algunos de ellos por primera vez desde que comenzaron las protestas, para reclamar la salida definitiva del poder de Mubarak, que gobierna el país desde hace tres décadas. También ha habido protestas en Alejandría, segunda ciudad del país.

De poco parecen haber servido las concesiones hechas hasta ahora por el mandatario, como su decisión de no presentarse a las elecciones presidenciales de septiembre o su promesa de una transición pacífica del poder. Tampoco parece estar surtiendo efecto el diálogo emprendido el domingo por el nuevo vicepresidente, Omar Suleiman, con los grupos de oposición, incluidos los ilegalizados Hermanos Musulmanes.

Suleiman ha anunciado hoy, tras un encuentro con Mubarak, la formación de una "comisión constitucional, que supervisará las enmiendas a la Constitución y las enmiendas legislativas que se requieran". Asimismo, ha asegurado que está en marcha "una hoja de ruta clara con un calendario fijo para cumplir con una transferencia pacífica y organizada del poder".

Según informa el diario independiente Al Masri al Youm, la comisión formada por Mubarak está compuesta de once expertos legales que deberán elaborar propuestas para la enmienda de tres artículos de la Constitución, en concreto para modificar las condiciones para ser candidato a la presidencia, limitar el número de mandatos del presidente y restablecer la supervisión judicial plena de los comicios.