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Gerardo Sánchez García, líder de la Confederación Nacional Campesina (CNC), criticó al gobierno federal su manera "indiferente de actuar" ante la crisis alimentaria mundial que prevalece.
Y sentenció que esto podría ocasionar "un estallido social similar al de Yemen y Egipto", ya que el gobierno ha provocado el incremento en la canasta básica de los mexicanos, además de una impresionante ola de desempleo.

Subrayó que en los últimos 10 años los campesinos han sufrido una serie de políticas del gobierno federal incongruentes, inconsecuentes y agresivas que lastiman nuestro legado histórico y sólo ofrece "como alternativas hambre, pobreza, migración y desempleo".

Insistió el líder campesino que en los últimos 10 años la canasta básica de alimentos se incrementó en un 70 por ciento, el salario de los obreros, ha perdido el 26 por ciento de su valor adquisitivo y sólo en lo que va del sexenio alrededor de 2.5 millones de mexicanos han perdido su empleo.

Culpó al gobierno federal de su "indiferencia" y no hacer nada cuando cada vez se agrava la crisis alimentaria mundial, al grado tal que la FAO "levanta ya registros de motines de hambre en naciones de Centroamérica, Asia y África".

Aclaró que "mientras la mayoría de los países se blindan y dejan de exportar granos para asegurar la alimentación de sus pueblos, México se abre al exterior y ahora pretende establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Brasil, así como acuerdos comerciales con Colombia y Perú, sin importarle arrastrar con el sector agropecuario que no se encuentra preparado para ello". Sánchez García dijo ser testigo de cómo "se ha desmantelado a las instituciones del campo, hemos visto la manera irracional en que se han conducido las políticas públicas dirigidas al agro, colocándolo en una crisis sin fin y en la indefensión de nuestra gente".

Reiteró que en los 10 años de gobiernos panistas los campesinos han sufrido una serie de políticas del gobierno federal incongruentes, inconsecuentes y agresivas que lastiman nuestro legado histórico y "sólo ofrece como alternativas hambre, pobreza, migración y desempleo".

Los retos para el país "son muy grandes y el campo no debe permanecer al margen de los grandes retos que se viven en el mundo, pues los países se preparan para la crisis mundial de alimentos que se avecina y el gobierno reacciona de manera inconsciente y frívola en nuestro país".

Reiteró que "es necesario tener presente que en el mundo ya se vive un clima de incertidumbre que amenaza seriamente la oferta de alimentos básicos por la falta de acopio de inventarios de la mayoría del Grupo de los 20, que fortalecen su economía justamente para prepararse ante la volatilidad de los precios internacionales de estos productos porque van a crecer de manera alarmante".

Más adelante, ante esta amenaza, Gerardo Sánchez se pronunció por una reforma profunda al campo en la que el centro de atención sen los 33 mil núcleos ejidales y comunitarios del país, recurrir a medidas de cambio estructural que comprendan el desarrollo de capacidades, el extensionismo rural, la agricultura por contrato, el uso de la tecnología e impulso a la industria nacional de bioenergéticos, entre otras medidas.

Concluyó afirmando que es "imperativo impulsar una política con visión de Estado, que entienda que en el acceso a la alimentación, el desarrollo del mercado del sector interno y del sector primario son actos de seguridad nacional y de soberanía alimentaria de todos los mexicanos".