Salud y Bienestar
Luego hay personas que dicen que los alimentos denominados ecológicos son caros. No niego que haya algunos con precios sospechosos cuando menos y no me olvido que hay muchas personas que lo están pasando mal económicamente o que por las circunstancias que atraviesan les tira para atrás gastarse el dinero que cuestan estos alimentos. Pero quizá sea que estamos comparando un tipo de alimentación que tiene un valor con otra, a la que nos hemos acostumbrado, que ahora va a resultar que nos damos cuenta que no lo tiene. Pues esta sí que es cara entonces porque pagar por algo sin valor (ni económico ni nutritivo) no hay quién lo entienda. Yo pienso que alimentarse con productos que contienen un montón de porquerías, que los científiocs han demostrado su nocividad, que sabemos que más pronto que tarde nos enfermarán y poco a poco vamos sabiendo incluso las patologías que nos provocan (y eso nos costará dinero pues luego querremos curarnos), es de... omnívoros, claro y como lo somos algunos lo llevan al extremo de ingerir cualquier cosa.
Si los alimentos ecológicos parecen más caros al lado de los convencionales es porque tiene más valor y porque se respetan los ritmos naturales de crecimiento, de los animales y de las plantas, y porque los productores no reciben las ayudas (pagadas con el dinero de todos, incluso de las personas que enferman por comer guarrerías subvencionadas) que quienes tratan a la tierra como unn bien de consumo más y han sustitudio la alimentación, la nutrición, por la mera ingesta.
Si quieren saber nombres sobre empresas e instituciones que se lucran con un modelo de producción alimentaria nocivo sepa que un científico muy renombrado por su investigación acerca de los riesgos de los transgénicos acaba de ganar un proceso contra asociaciones de biotecnología que habían desencadenado una campaña para desacreditarlo. Se trata de Gilles-Eric Séralini, docente de biología molecular en la Universidad de Caen, en Francia y presidente del Consejo Científico de Investigación Independiente en Ingeniería Genética (CRIIGEN).
Más info: En los libros Conspiraciones tóxicas y La salud que viene.