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Varias viviendas arden fuera de control en la madrugada del jueves en Allentown, Pensylvania. Una explosión de gas natural dejó tres muertos, uno de ellos un bebé, y al menos dos desaparecidos en un barrio céntrico de esta ciudad durante la noche y derribó dos casas además de desatar un incendio que duró varias horas hasta la madrugada del jueves.

Las víctimas iban desde un bebé de cuatro meses a una persona de 79 años, dijo el jefe de bomberos Robert Scheirer, pero hasta ayer no se conocían sus identidades.

Una pareja de septuagenarios vivía en una casa de dos pisos que estalló cerca de las 10:45 de la noche del miércoles, dijo el jefe policial Roger MacClean. Michelle Hall dijo al diario The Morning Call que sus suegros Beatrice y William Hall, de 74 y 79 años, vivían allí.

Se ignoraba todavía la causa del estallido. Los bomberos extinguieron las llamas en la madrugada, pero enfrentaron la dificultad de tener que excavar capas de hielo y nieve hasta un gasoducto subterráneo que avivaba el fuego, dijo el jefe de bomberos Robert Scheirer.

Entre 500 y 600 personas que habían sido evacuadas recibieron autorización de volver a sus viviendas. El incendio dejaría ocho casas en ruinas, dijo Scheirer, además de otras 16 con diversos daños. Una revisión de rutina de la tubería principal de gas en la zona no mostró problemas el día antes de la explosión, dijo el vocero Joe Swope de la compañía UGI Utilities.