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A pesar de vivir sobre algunas de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo, los iraquíes sufren recortes de electricidad que resultan muy duros en el verano y que les dejan tiritando en invierno.

Cientos de iraquíes se manifestaron el lunes en las calles del centro de Bagdad para quejarse de la corrupción y la falta de servicios públicos, que afectan al país desde hace años.

Los iraquíes se han estado quejando de la falta de empleo y servicios básicos como la electricidad en varias protestas a pequeña escala a lo largo del país. Las manifestaciones no han sido tan grandes como las que han desbancado a líderes en Túnez o Egipto, pero avergüenzan al primer ministro Nuri al-Maliki y destacan los fuertes desafíos que enfrenta su frágil gobierno, reseñó AP.

"Gobierno, deberías aprender las lecciones de Egipto y Túnez'', dijeron los manifestantes mientras marchaban.

"Queremos que haya reformas'', dijo Hanaa Adwar, un activista de la organización sin ánimo de lucro, al Amal, que se dedica a evaluar lo que hace el gobierno.

"Hemos sido testigos de la revolución popular realizada por los habitantes de Túnez y Egipto que llevó al derrumbe de su régimen'', afirmó.

La activista dijo que habrá más protestas si el gobierno no cumple las demandas de los iraquíes.

A pesar de vivir sobre algunas de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo, los iraquíes sufren recortes de electricidad que resultan muy duros en el verano y que les dejan tiritando en invierno.

También hay recortes de agua y la basura a menudo queda abandonada en las calles. Los iraquíes también están enfurecidos por los altos salarios que ganan los funcionarios, en comparación con el resto de la población.

Muchos de los manifestantes cargaron con carteles con la imagen de un corazón roto, en alusión al Día de San Valentín. Al marchar gritaban que la riqueza del petróleo de Irak debería beneficiar a la población y no a los ladrones.