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La situación en México se torna cada día más difícil, el poder adquisitivo disminuye aceleradamente trayendo con consigo, desnutrición infantil, deserción escolar, desintegración familiar, indigencia, prostitución, vandalismo, aumento de la delincuencia, en fin todo los ingredientes para gestar un estallido social de grandes magnitudes. Por ahora esa furia social está contenida solamente por las fibras morales de la sociedad que aún quedan, dentro de poco esos diques sociales ya no podrán contenerse más y la crisis llegará. Es la clase obrera del país la que sufre los embates de la crisis, ¿Cómo es posible que quienes dictaminan los salarios mínimos crean que con 59.62 pesos diarios - el más alto- pueda sobrevivir una familia?

Por muy ahorradora que sea una ama de casa, ¿podrá acaso con tan mísera percepción cubrir las necesidades básicas de su familia, alimentación, vestido, casa, útiles escolares, transporte? Si quienes tienen la alta responsabilidad de llevar las riendas de la nación, no ponen un alto a tanto abuso de poder, y no tratan de estrechar esa brecha tan abismal entre los grandes beneficiados del sistema y los que menos tienen, el país sin duda seguirá deslizándose al caos. No se puede seguir gobernando solo para un segmento de la sociedad, ignorando a las grandes mayorías. No se deben de tomar como indicadores de crecimiento económico del país los números de la macroeconomía que solo benefician a unos cuantos, hay que valorarlo a través del nivel de vida del grueso de la población.

Un humilde campesino u obrero de cualquier comunidad rural, es un mexicano que según la constitución tiene los mismo derechos a una vida digna como los tiene un ministro de la Suprema Corte o un Secretario de Estado ¿Por qué entonces ellos ganan 347 mil 416 pesos mensuales, cuando un humilde obrero que paga sus impuestos y servicios - los otros en muchos casos, no pagan- gana la mísera cantidad de mil 788 pesos mensuales, lo que aquellos dejan de propina en los grandes restaurantes de lujo. Esa injusticia social es la que ha llevado a otros países a sufrir grande estallidos sociales véase Túnez y Egipto.

Hace poco la CNC organización afín al PRI, advirtió, con justa razón, que debido al aumento de precios en bienes y servicios del sector público - gasolina, agua electricidad entre otros- así como el impuesto al consumo que debilitan el poder adquisitivo de la gran mayoría de la población, se pone en riesgo la estabilidad social. Es interesante notar que según informes de la CEPAL, México está entre los países con más bajo poder adquisitivo de América Latina, superados con creces por Argentina, Chile y Venezuela. ¿Qué ha pasado en esos países que nos han superado? ¿Qué pasa en México que siempre va a la zaga? Esto debiera ser un llamado de atención para Felipe Calderón como titular del Poder Ejecutivo, para las cámaras de Senadores y de Diputados y para la honorable Suprema Corte de Justicia de la nación, para comenzar a practicar la justicia y la equidad que son principios generadores de paz. Si no lo hacen cargarán con la infamia de la inacción. En fin veremos.