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Después de ocho meses de la las últimas elecciones, no hay acuerdo entre los dirigentes del norte del país (Flandes), y los de la región del sur (Valonia). Siguiendo a Egipto y Túnez, los jovenes decidieron nombrar a la protesta citando al snack nacional.

Bélgica llegó a los 249 días sin poder formar gobierno y superaron en días a lo que tardó Irak. Los jóvenes del país europeo se propusieron salir a "festejar" con mucha ironía, lo que llamaron "la revolución de la papa frita" el snack nacional.

Kliment Kostadinov, estudiante de 24 años, declaró que "Hemos visto lo que ha pasado en Túnez y Egipto. Aquí también tratamos de promover una revolución positiva. Por esto hemos escogido las papas, que son el símbolo de la unidad belga",

Para los jóvenes, está muy preocupados pro que después de ocho meses de las elecciones legislativas, todo indica que el acuerdo entre los dirigentes para reemplazar el ejecutivo, parece ser algo bastante lejano.

"Las cosas han ido demasiado lejos y nadie entiende por qué Bélgica está paralizada desde hace tres años", con sucesivos cambios de gobierno por los desacuerdos entre Flandes (norte) y Valonia (francófona, sur) y, en especial la reivindicación de una mayor autonomía de los flamencos, afirmó Kostadinov.

"Este récord es una vergüenza. Los políticos deben pensar un poco en las personas. Deben llegar a un compromiso", declaró otra joven llamada Marine Tholomé, de 19 años, una francófona residente en Lovaina (Flandes).

Los jóvenes rechazan toda politización de las diferencias flamencas y valonas, y quieren seguir formando un solo país. "Queremos mostrar a nuestros compañeros valones que estamos contra toda lógica separatista", explicó en flamenco Gunter Kathagen, de 23 años, al tiempo que se vendían, para acompañar las papas fritas, cervezas valonas y flamencas.

En las elecciones de junio de 2010, la formación separatista flamenca N-VA obtuvo unos resultados históricos en Flandes, que le ofrecieron una posición de fuerza a la hora de reivindicar una mayor autonomía en las negociaciones para formar gobierno, algo no obstante a lo que se oponen las formaciones valonas.

Siete partidos, cuatro flamencos y tres francófonos, tratan en vano desde entonces de cerrar un acuerdo, para exasperación de los ciudadanos y sobre todo de los jóvenes, que el jueves también se congregaron en otras ciudades como la capital, Bruselas, donde al menos 600 universitarios desfilaron por las calles.

"¡Al fin campeones del mundo!", tituló irónicamente el diario flamenco De Standaard, mostrando una fotografía de seguidores del equipo nacional de fútbol celebrando una victoria. "La situación no puede prolongarse eternamente puesto que sabemos que los mercados no se contentan con el vacío actual y quieren que un verdadero gobierno prepare reformas", reflexionó más seriamente el francófono La Libre Belgique.

Mientras el rey Alberto II prolongó esta semana el mandato del ministro interino de Finanzas, Didier Reynders, para tratar de arrancar un acuerdo entre las formaciones políticas, la prensa empieza a barajar la hipótesis de nuevas elecciones en mayo, pese al riesgo de una radicalización de ambos campos.