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La responsabilidad social de las grandes empresas ha quedado de nuevo en entredicho. En esta ocasión el escándalo de la explotación infantil vuelve a salpicar a Apple. La compañía de la manzana mordida ha admitido que casi un centenar de menores de edad han trabajado en las fábricas donde se elaboran sus productos en China.

De la mano de ReadWriteWeb.es conocemos una triste noticia. Apple ha vuelto a encontrar a 91 menores de edad trabajando en 10 instalaciones diferentes ubicadas en China en la elaboración de componentes para sus aparatos. Por desgracia no es el único hecho contrario a su Código de Conducta de Proveedores, ya que también se ha notificado que trabajadores han sido expuestos a sustancias tóxicas, sobornos o datos falseados en las nóminas entre otros.

Estas faltas graves han sido localizadas en varias fábricas chinas. En total se han auditado 127 y en 10 instalaciones se comprobó que parte de la plantilla no contaba siquiera con la edad mínima de 16 años para trabajar en China. Hasta 18 fábricas vieron cómo empleados extranjeros habían pagado tarifas abusivas a las agencias de reclutamiento. También se diagnosticó ventilación inadecuada y trabajadores realizando sus funciones a más de 3 metros de altura sin las protecciones adecuadas.

De este modo, el Código de Conducta de Proveedores de Apple ha vuelto a no ser respetado. "Apple está comprometida con asegurar los más altos estándares de responsabilidad social donde quiera que nuestros productos son fabricados. Insistimos en que nuestros proveedores ofrezcan condiciones seguras de trabajo, traten a los trabajadores con dignidad y respeto y utilicen procesos de manufactura responsables con el medio ambiente", señala el texto, pero a la luz de los resultados la compañía habrá de comprometerse mucho más.

Desde Cupertino se ha señalado que se ha roto la relación con una fábrica que intentó sobornar a los auditores que han puesto al descubierto estas preocupantes cifras y con otra que tenía contratados a menores de la edad mínima para trabajar en el país asiático. Para el resto de fábricas que no respetan estas condiciones, Apple ha propuesto que devuelvan el dinero a trabajadores así como a dotarse de las medidas de seguridad necesarias.

No podemos sino lamentar esta situación, excusada en que la compañía no es responsable directa de estas explotaciones. Sin embargo, sí lo es a la hora de embolsarse los beneficios. El número de casos de explotación infantil y/o laboral debería ser igual a cero en todo el mundo, pero cuando, además, vuelve a salir a la luz que son empresas multimillonarias quienes aprovechan esta situación la indignación y la vergüenza no pueden evitarse. Deseamos que en los próximos informes la situación se vea mejorada por completo o que se actúe de algún modo contra estas compañías así como contra sus proveedores.